Como resultado de la convocatoria organizada por el Ministerio de Cultura de la Nación para cubrir el cargo de Director Ejecutivo del Museo Nacional de Bellas Artes, el Jurado integrado por los expertos Ticio Escobar, Néstor García Canclini, Diana Wechsler, Antonio Seguí y Araceli Bellota, seleccionó al arquitecto Andrés Duprat con el puntaje más alto y la ministra de Cultura hizo suyo el resultado, designándolo en el cargo.

Duprat nació en 1964 en La Plata, vivió muchos años en Bahía Blanca y además de arquitecto es curador. Entre 1991 y 2002 fue director del Museo de Bellas Artes y del Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca. Entre 2002 y 2004 dirigió el área cultural y el Centro de Arte Contemporáneo Espacio Fundación Telefónica en la ciudad de Buenos Aires. Desde 2005 es el director de Artes Visuales del Ministerio de Cultura de la Nación.

Como curador de arte realizó más de un centenar de exposiciones en museos y centros de arte de Argentina y el exterior, como el Centro Wifredo Lam de La Habana, Cuba; los Rencontres de Photographie de Arlès, Francia; The Smithsonian Institution de Washington, EUA; el Centro de Arte Contemporáneo Winzavod de Moscú, Rusia; el Museo de Arte Contemporáneo y el Centro Cultural Matucana 100 de Santiago de Chile; el Museo Universitario del Chopo, México; el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba) y el Museo de Arte Latinoamericano (Malba) de Buenos Aires, Argentina, entre otros. Además escribió guiones de los largometrajes El artista, El hombre de al lado, Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo, Living Stars y Civilización, un documental sobre León Ferrari, con los que ha obtenido reconocimiento internacional.

En esta entrevista Duprat cuenta su plan para el Museo Nacional de Bellas Artes.

–¿Cómo define la función del MNBA?

–La misión esencial del museo, que es la de atesorar una colección para su conservación, estudio y exhibición y dar respuestas a los múltiples roles que los museos fueron incorporando en la últimas décadas, como lugar de encuentro e intercambio social, constructor de ciudadanía, icono arquitectónico, espacio de interés turístico y de esparcimiento, ámbito de generación de conocimiento y de experiencias artísticas y culturales, etc. Esta multiplicidad de roles le otorga al Museo un potencial favorable a la hora de redefinir su vínculo con la sociedad.

–¿Cuál es su proyecto para el museo?

–Mi proyecto aborda varias líneas de acción paralelas y complementarias. Por ejemplo acciones tendientes a la descentralización. Fortalecer su carácter “nacional” ampliando su territorio de acción a través de programas de exposiciones itinerantes y posibilidad de nuevas sedes temporarias o permanentes. Otra línea refiere a generar una propia mirada sobre la historia del arte, alternativa a las visiones eurocentristas, que a la vez ayude a la reflexión, que interpele y que aporte al debate estético y cultural de la sociedad.

Como el MNBA está en un edificio que no fue pensado para ese destino es necesario resolver aspectos funcionales. Para eso propongo ampliar la sede, un campo en el que tengo mucha experiencia, desde la creación del Museo de Arte Contemporáneo en Bahía Blanca (que fue el primero en su tipo en el país) hasta la puesta en marcha del Centro de Arte Espacio de la Fundación Telefónica en una antigua central telefónica. El Museo necesita mayor espacio expositivo para la colección, que permita nuevos núcleos temáticos, y nuevas salas para exposiciones temporarias. También es necesaria la creación de un espacio polivalente capaz de acoger ciclos de cine, conferencias, conciertos, performances, etc. Generar áreas intermedias de encuentro y socialización para los visitantes, como tienda, cafetería, librería, etc.

–¿Cómo piensa la relación entre el patrimonio del Museo, la tradición y la contemporaneidad?

–La colección debe articularse con las problemáticas contemporáneas y a su vez restituir la experiencia y la conexión, no sólo con los rastros de un pasado sino como hitos culturales que nos constituyen y se recrean constantemente. Es decir, poniendo el foco en la manera en que las nuevas corrientes de pensamiento y estéticas reactualizan el patrimonio. Para ello es fundamental el diálogo entre la colección y las producciones contemporáneas, así como la implementación de las nuevas tecnologías.

–¿Habrá un concurso para la dirección artística?

–El museo cuenta con recursos humanos muy valiosos en su staff. Y esa es un fortaleza fundamental del MNBA. Mi propuesta jerarquiza la Dirección Artística a través de un concurso público. Además el Museo debe estar abierto a colaboraciones externas, tanto de profesionales argentinos como del exterior.

–¿Contempla un aumento del presupuesto?

–Se intentará aumentar el presupuesto de acuerdo con la ampliación de las acciones del museo en el tiempo. El museo cuenta con un presupuesto público y el aporte fundamental de la Asociación Amigos, con la que hay que trabajar mancomunadamente. El museo debe construir una relación activa y permanente con el sector empresario, fundaciones, organismos internacionales y otras instituciones.

–¿Cuál será el trabajo con la colección?

–La colección es el corazón del MNBA y es fundamental ampliar su visibilidad y accesibilidad, reforzando su carácter público. Que la población de todo el país la sienta como propia, generar familiaridad a través de estrategias de acercamiento al público. En ese sentido propongo ampliar los espacios de exhibición tanto en Buenos Aires como en las provincias y diseñar programas específicos como exposiciones itinerantes, préstamos y comodatos en museos del interior. Que la colección sea objeto de múltiples investigaciones y base para prácticas de montaje, catalogación, curaduría, etc. El desarrollo de una estrategia para la descentralización y visibilidad de su colección y acciones a través de la habilitación de nuevos espacios o sedes en Buenos Aires y las provincias es parte central de mi plan. El MNBA de Neuquén creo que es un buen antecedente en ese sentido.

–¿Cuál es la propuesta para las exposiciones temporarias?

–En líneas generales se desarrollarán producciones propias a partir de investigaciones sobre la colección, muestras individuales y/o colectivas de relevantes artistas de nuestro país, muestras históricas, retrospectivas de artistas y exposiciones internacionales. El diseño de la temporada de exposiciones tendrá como principales objetivos generar una voz original, aportar nuevas lecturas a la historia de las artes visuales, redescubrir a grandes maestros, escuelas o movimientos, validar y legitimar producciones, generar curiosidad en los visitantes, desarrollar programas educativos y de formación técnica y profesional de excelencia y generar acciones complementarias a las muestras como seminarios, cursos o conferencias.

–¿Va a crear nuevas áreas?

–Propongo la creación de un área específica de Extensión Cultural, considerando que el universo de las artes visuales no constituye un campo aislado y muchas veces es necesario ponerlo en contexto y recurrir a otras disciplinas para desarrollar en profundidad temáticas y movimientos. También propongo la creación de un área específica de Ediciones MNBA a partir de la necesidad de generar una fuerte política editorial que contemple múltiples formatos. Se me ocurre un pequeño programa de audioguías breves a cargo de personalidades del arte y la cultura, que sea complementario a las audioguías tradicionales. Que estos referentes armen un recorrido personal a través de la colección. Pienso en personalidades variadas y atractivas como Charly García, el escritor Alberto Laiseca o la cineasta Lucrecia Martel.