8-Live in Gdansk

David Gilmour. Sony BMG

Es, diría Don Corleone, una oferta difícil de rechazar: dos discos y un DVD que registran la presentación de Gilmour en los astilleros de Gdansk, con orquesta sinfónica y una banda que incluía a Rick Wright (QEPD), Phil Manzanera y el saxofonista Dick Parry. Clásicos de Pink Floyd y buenas páginas del Gilmour solista, en un show emotivo y sin la sobrecarga simbólica de Roger Waters. Habrá quien proteste por el escaso material-Floyd del DVD, pero alcanza con “Astronomy domine”, “Echoes” y “Comfortably numb”. E. F.

7-Pura vida

Los Pericos. Popart Discos

¿Hay que pedirle a Los Pericos que rompan sus propios límites y se pongan a hacer algo completamente novedoso? Claro que no. En todo caso, lo que sorprende es la naturalidad con la que el grupo se despidió de su cantante líder durante tantos años, una naturalidad que se traduce en su nuevo disco como si fuera cosa de siempre. Así, la banda se permite ser fiel a sí misma hasta el punto de cantar “lindo día para estar armando...”, y le da forma a un disco amable, vibrante cuando hace falta, melodioso y, sí, bien ahumadito. E. F.

8-A dúo tango

Pablo Agri. Acqua Records

Pablo Agri se asomó al mundo del tango por una puerta incómoda, la que le fue abierta por el prestigio de su padre, Antonio. También violinista, el hijo del Maestro fue construyendo, paso a paso, una carrera que diluyó, finalmente, las presiones del árbol genealógico. En este disco canalizó su natural propensión a tocar con todos los buenos músicos que andan dando vueltas por ahí. Osvaldo Berlingieri, Leopoldo Federico, Nicolás Ledesma y Walter Ríos, entre otros, lo acompañan en el abordaje de tangos clásicos, sabiamente revisitados. F. D.

8-New Jam Trío

Idem. Latin Jazz

Viaje intenso, mucho groove y buenas intenciones en este trío que debuta con un disco corto pero nutritivo. Diego Mano (piano), Hernán Lezak (bajo) y Misael Hilal (batería), ensamblan en siete piezas un jazz de batalla que debe tanto a John Coltrane y Herbie Hancock como a las pasiones más arriesgadas de la fusión setentista. Composiciones propias (“Blues for Herny”, “Pachi Funk”) más versiones a lo grande (“Watermelon Man”, de Hancock) confluyen en una estética que, por negra y militante, tampoco discrimina al funk. C. V.