8-Música argentina

Cuacci & Cuacci. Acqua Records

El encuentro musical entre padre e hijo podía haber inducido a la complacencia y la sensiblería. Pero Juan Carlos Cuacci (histórico director musical de Susana Rinaldi) y su hijo Juan Esteban plantaron, en Música argentina, el escenario contrario: encararon un disco arriesgado y conectaron con un tipo de sensibilidad exenta de desbordes emocionales. Concibieron así un álbum exquisito, con un enfoque clásico (notable la orquesta de cuerdas, con Pablo Agri como concertino) y un clima tanguero que trasciende las fronteras porteñas. F. D.

7-Vinales

Idem. Latitud Sur

Sin el marketing que acompaña al electro tango, el grupo Vinales, liderado por el santiagueño Andrés Acuña, incursiona en un género de imprevisibles derivaciones: el “folklore electrónico”. La apuesta es más arriesgada que la de sus “primos” tangueros, porque aquí están en juego, supuestamente, las “raíces”, lo “autóctono”. Lo cierto es que el quinteto logra versiones interesantes, con DJ y guitarrista eléctrico distorsionado, de clásicos que parecían intocables (¿qué diría Don Atahualpa?). Y hasta los Coplanacu se prenden en un tema. F. D.

8-Inhuman Utopians

No Fun Records

Vibrantes, poderosos, sucios, bellos: así son los temas que componen el álbum debut de Utopians, un cuarteto porteño que canta en inglés igual que sus referentes en el rock de garaje y el protopunk (Patti Smith, Richard Hell). Barbi, la cantante, escupe una catarata de energía y palabras afiladas, y el guitarrista Gooz corta el aire con sus riffs, pero la banda toda posee un innegable atractivo pop. En un mundo mejor, “Game” sería un hit radial y los Yeah Yeah Yeahs morirían por hacer un cover de “Something”. R. C.

8-Un día

Juana Molina. Acqua Discos

Un amigo le dijo a Juana Molina que ella hacía “candombe japonés”, pero la canción que da nombre a su quinto álbum es, más bien, una baguala venusina. “Un día voy a cantar las canciones sin letra/ y cada uno podrá imaginar/ si hablo de amor, de desilusión/ banalidades o sobre Platón”, promete la ex actriz. Y en el disco cumple y dignifica: incluso cuando hay textos, lo más aconsejable es perderse entre las melodías informes y los ritmos inclasificables que genera Juana con su voz, su guitarra y sus samples. R. C.