Puede entenderse como una pequeña lluvia de recopilaciones, en géneros que no podrían ser más distintos entre sí. La lista arranca con Multi dimensional warrior, doble CD del gran Carlos Santana que se piensa y se ofrece como experiencia sensorial: el disco uno integra canciones con voz, que abrevan en discos como Festival (1977) Beyond appearances (1985), Freedom (1987), Spirits dancing in the flesh (1990), Milagro (1993) o Food for thought (2004). El disco 2, en tanto, incluye sólo instrumentales, pensados para dejar aflorar la paz de espíritu, con títulos como “Aqua marine” (de Marathon, 1979), “Europa” (Amigos, 1076), “El farol” (Supernatural, 1999) y, claro, “Samba pa’ti”, del legendario Abraxas de 1970. Por su parte, The best of the soul of rock and roll podría sonar a título excesivamente pretencioso... si no fuera porque revisa la carrera de Roy Orbison. No es, claro, la primera recopilación sobre el autor de “Oh, pretty woman” –ni será la última–, pero sus 18 canciones dan un adecuado retrato, de “Ooby Dooby” al “I drove all night” que produjo Jeff Lynne en 1992, pasando por “Blue Bayou”, “Mean woman blues”, “Working for the man”, “Walk on” y “Waymore’s blues”, junto a otros nenes como Johnny Cash, Jerry Lee Lewis y Carl Perkins. En una punta diametralmente opuesta, Brotherhood es ciertamente una rareza: si se tiene en cuenta que Chemical Brothers editó hace cinco años un recopilatorio The best of, ¿había alguna necesidad de volver a envasar sus singles? Para terminar, un compilado nacional: con Sopa, Antonio Birabent rescata material compuesto y registrado entre 1998 y 2008. Pero, inquieto como es el músico/actor/periodista, no se limita a armar la ensalada con lo conocido, sino que incluye “inéditas, en vivo, remezclas en estudio, nuevas versiones y ensayos”. Así, los 19 tracks del disco (de una versión bossa de “A mí la lluvia” a la flamante “El sol es de los dos”) operan más como relectura que como simple compilado.