8-Líquido

Natasha Sterman. Independiente

Las fronteras de la creatividad en el jazz argentino parecen estar en lo instrumental. Cuando aparecen las voces, el repertorio vuelve, casi siempre, a lo que ya cantaron Holiday y Fitzgerald. Natasha Sterman, junto a un notable grupo que incluye a Marcos Cabezaz en vibráfono, Martín Pantyrer en clarinete bajo y Lo Paganini y Gustavo Musso en saxos, compone sus propios temas y busca el jazz, en todo caso, más que en Gershwin, en sus intersecciones con una zamba o, más precisamente, en el lugar donde lo dejó Spinetta. D. F.

9-Verdi. Messa da...

Villazón, etc. Dir.: Pappano. EMI

Se ha dicho que los Requiem son obras laicas, casi antieclesiásticas. El de Verdi, en todo caso, no escapa a esa ley. Extraño –y extraordinario– y operístico en sus furias y sus lirismos, es, además, una prueba de fuego para orquesta, coro y solistas (el si bemol agudo del tenor en “Ingemisco”, por ejemplo). Esta versión, dirigida magistralmente por Antonio Pappano, tiene todas las virtudes posibles, empezando por Rolando Villazón como tenor, la soprano Anna Harteros, la mezzo Sonia Ganassy y René Pape como bajo. D. F.

8-Por un paisaje

Eloísa López. Independiente

Eloísa llegó desde Mendoza hace diez años y desde entonces no dejó de moverse, en la música y en el teatro. En su nuevo disco cuenta con el apoyo de amigos como Guillermo Vadalá, Zeta Bosio, Andrea Alvarez y Leo García, pero lo que importa no son los invitados sino su voz y sus canciones, que se defienden por sí solas. Gracias a momentos como “Tú y yo”, “La cuerda” y “Espectadora”, y una buena combinación de sonido electrónico y textura orgánica, López exige atención. Y devuelve con creces. E. F.

9-¡Sonido amazónico!

Chicha Libre. Random Records, 2009

En los ’60 surgió en el Perú amazónico una mixtura de ritmos que creció con el boom petrolero: la chicha, una cumbia peruana ligada a la colombiana, que le sumó elementos como la cadencia del reggae, las escalas pentatónicas de la música andina y el groove de los ritmos caribeños. Los wah-wah, los órganos Farfisa y los sintetizadores llegaron luego, y la chicha se convirtió en una revolución psicodélica y bailable, con Juaneco y su Combo, Los Mirlos y Los Destellos a la cabeza, revisitados aquí por impecables músicos de salón. L. P.