8-Them Crooked Vultures

Idem. Sony

Aunque los supergrupos a veces terminan en fiasco, había expectativa por escuchar a Josh Homme, Dave Grohl y John Paul Jones. Buenas noticias: Them Crooked Vultures rockea de verdad. Y aunque no todas las canciones tienen el nivel de “Reptiles”, “No One Loves Me & Neither Do I” o –sobre todo– “Elephants”, este ultrapower trío sorprende con su sonido orgánico, de rock de vieja escuela, valvular y sin compresión. Vibran los conos del parlante y vibra la cabeza del oyente: para poner con volumen en 11. E. F.

8-Espejismo

Lapsus!. Acqua

A colgarse de la rama, que Lapsus! pone el soundtrack. En su cuarto disco, el grupo del guitarrista Pablo Hadida apela al instrumental pletórico de lap steels, ukeleles, contrabajo y tabla como arma de seducción. Y la vida puede convertirse en un western polvoriento (“Rhodes”), un ahumado boliche jazzero (“Phase B”), una playa surfer (“Danza!”), una pista de baile (“Mentira, mentira”) o un paseo por las carreteras de Bill Frisell (“Dónde estás Sr. Wally”). Lo presentan mañana en La Castorera, Córdoba 6237, y se recomienda. E. F.

7-Colour me Free!

Joss Stone. EMI

Su aparición llamó poderosamente la atención: una jovencita rubia que podía cantar como una negra hecha y derecha con años de soul sobre sus espaldas. Los tiempos del cover pasaron y Joss Stone comenzó a animarse cada vez más a la composición y la producción sin perder la frescura ni, sobre todo, esa voz privilegiada. Aquí hay sólo una referencia a Ray Charles (“I Believe it to my Soul”) dentro de un disco parejito, que por momentos se deja llevar por algún lugar común pero, en general, renueva el crédito. E. F.

9-Richard Strauss...

Staatskapelle Dresden. Luisi. Harteros. Sony

La joven soprano Anja Harteros, una de las figuras emergentes de los últimos años en la ópera, entrega aquí las que posiblemente sean las mejores versiones en disco realizadas recientemente de las formidables Cuatro Ultimas Canciones, de Richard Strauss. La Staatskapelle de Dresden, con su nuevo titular, Fabio Luisi, en el podio, la acompaña con delicadeza y expresividad y el disco –el segundo que orquesta y director le dedican a Strauss– se completa con una versión cristalina y luminosa de la Sinfonía Alpina. D. F.