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8-Terraplén

Idem. Surco

Para quienes ya se aburren del tango electrónico, he aquí el próximo paso diseñado por Santaolalla: un tecnofolklore vibrante, audaz, que a pesar de no ser el primer paso en ese sentido logra sonar original. Comandado por GAS, Diego Vainer, Gaby Kerpel y Daniel Martín, Terraplén es una mixtura que parará las orejitas de los investigadores de la etiqueta “World Music”. Pero no hay nada de marketeo fácil en canciones como “Tabla rota”, “Quita la pena”, “Chacarera de la suerte” y “Uy Uy Uy”. Los gauchos de antaño seguramente se rasgarán las bombachas: señal de que cabalgan. E. F.

9-Volumen 2

La Todo Mal Orquesta. D&D

El nombre ya despierta simpatía. Que le pongan Volumen 2 a su disco debut también. Y la impresión se refuerza en cuanto empieza a sonar este disco ideal para atravesar el verano con una sonrisa. Música gitana, klezmer, polka, cabarute berlinés, aires de pasodoble e indiscutibles giros rockeros hacen de la TMO una banda a seguir con atención. Más allá de los invitados célebres y la fina producción de Sebastián Schachtel, basta escuchar cosas como “El sueño americano”, “Cabeza de cebolla” y su versión de “Te tiraré del altar” para enamorarse de inmediato. E. F.

6-Shock value II

Timbaland. Universal

Es, sin dudas, el productor estrella de estos tiempos. Y como tal, tiene amigos del peso de Justin Timberlake, Katy Perry, Nelly Furtado y The Fray, quienes –entre otros– ponen las voces para un disco que bien puede calentar las pistas de baile, pero no parece tener mayor sentido en la escucha hogareña. El problema principal, de todos modos, no es ése: 16 canciones (y una intro) de bases perfectamente sincronizadas, sonido ultra high tech y excesivo abuso del AutoTune pueden convertirse en algo parecido a una pesadilla. O, peor aún, en algo soporífero. E. F.

7-Estallar

Attaque 77. Sony

En los últimos discos de Attaque 77 parece que cada vez más el concepto puede desgranarse y traspolarse a todo aspecto de la vida. Sucedió con las historias bestiales de Antihumano y el tono apocalíptico de Karmaggedon y alcanza un nuevo punto en su debut sin Ciro Pertusi y con Mariano Martínez de lleno en la tarea vocal. En Estallar, el ahora trío recurre otra vez a la crítica de las instituciones y a la crónica del desempleo, y aunque lo hagan con la fuerza de antaño, no genera sorpresa. Lo bueno es que cierren esta trilogía de contrautopías con uno menos pero tres más juntos. L. P.