DISCOS › BATEA
Hay nombres, títulos, obras, que trascienden sus mundos. El movimiento coral de la Sinfonía No. 9 de Beethoven alcanza a muchos más que los que disfrutan con la música clásica; Charlie Parker, Mozart o Gardel llegan a muchos más que al público de sus respectivos géneros. Miles Davis es, sin duda, uno de esos nombres pero, en particular, su revolucionario Bitches Brew, donde abrió las puertas del jazz a la instrumentación y a ciertas estructuras del rock, funciona como icono para infinidad de melómanos a quienes el jazz tiene mayormente sin cuidado. Con cierta malicia, podría pensarse –sobre todo si se tiene en cuenta que el público de jazz no tuvo un punto de vista particularmente favorable a la conversión de Miles– que este es jazz para aquellos a los que no les gusta el jazz. Desde ya, no es cierto. Bitches Brew iba hacia donde nadie había ido hasta ese momento y escucharlo es, todavía hoy, una aventura para cualquiera. Y para completar la experiencia, acaba de salir en la Argentina, por primera vez en CD, un disco con la actuación del grupo de Davis en el Festival de Newport, en julio de 1970 –con Chick Corea en piano eléctrico, Dave Holland en bajo y Jack De Johnette en batería– y, un mes después, en el Festival de la Isla de Wight (una barricada del rock más comprometido de entonces), donde se habló de que tocaría junto a Cream (el trío de Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker). Finalmente el encuentro con Cream no se plasmó y allí Davis tocó con el mismo grupo de Newport más un tecladista adicional llamado Keith Jarrett, Gary Bartz en saxo alto y soprano y Airto Moreira en percusión. El imperdible disco se llama, previsiblemente, Bitches Brew Live.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux