Hay un dicho popular en Brasil: “Tírenle piedras a Geni”. El dicho viene de una canción, que fue parte de una obra de teatro musical. La canción, como el personaje, se llamaba “Geni”, y la obra era la Opera do malandro, estrenada en 1977. El autor era Chico Buarque y allí cantaba –y canta–: “De los rengos y los tuertos,/ del bajo fondo del puerto,/ ella anduvo enamorada./ Su cuerpo es de los errantes/ vagabundos y emigrantes,/ de los que no tienen nada (...)/ Es buena como son pocas/ por eso la ciudad toda/ repitiendo ha de seguir:/ ‘Tírenle piedra a Geni,/ tírenle piedra a Geni,/ hecha está para aguantar,/ hecha está para escupir,/ se entrega no importa a quién,/ maldita sea Geni’”. La historia, a la manera de un cantar de gesta, continúa relatando la amenaza de un Zeppelin a la ciudad y cómo el comandante que lo conduce se rinde de amor ante Geni. El pueblo, entonces, la adula y alienta para que salve a la ciudad entregándose al comandante y, una vez que éste se va, vuelve a arrojarle piedras. Alcanzaría con esta canción extraordinaria, con los notables y obsesivamente detallistas arreglos de Luiz Cláudio Ramos y con la manera perfecta (y brechtianamente distante) en que Chico Buarque la canta, para que Na carreira resultara imprescidible. Pero ese está lejos de ser el único atractivo del DVD que editó Bicoito Fino y que en la Argentina acaba de publicar RP. Grabación del show de Río de Janeiro de hace un año, que fue parte de la gira por nueve ciudades brasileñas con la que Chico Buarque presentó, ante 150.000 personas, su último disco de estudio, Chico, alternando el repertorio con canciones representativas de toda su carrera, todo allí es genial. Las canciones, él como intérprete y la banda que lo acompaña, desde ya. Pero además, la escenografía, que reproduce con dimensiones gigantescas un diseño de Oscar Niemeyer (La mujer desnuda) y dos cuadros de Cândido Portinari (O Bloco Carnavalesco y O Circo), una escultura móvil con una Cinta de Möbius, la magistral iluminación y una filmación exquisita, dirigida por Dora Jobim y Gabriela Gastal, convierten esta edición en mucho más que un documento magnífico de una actuación superlativa. Se trata ni más ni menos que del registro inmejorable de un deslumbrante recorrido por 46 años de carrera ejemplar.