DISCOS
Batea
Jarrett antes
de Jarrett
Aunque parezca imposible, Jarrett ya era un músico de importancia considerable antes de comenzar a grabar en ECM. Cuando el Concierto de Köln e incluso el fundante Facing You, que inauguró para él la idea de la improvisación en piano sin un plan previo, aún no se habían perfilado en el horizonte, él ya había tocado con Miles Davis, había sido parte de los Jazz Messengers de Art Blakey –en una extraña formación que incluía también al trompetista Chuck Mangione– y había grabado varios discos extraordinarios para Atlantic, Columbia y MCA. Somewhere Before (Algún lugar antes) es el título de su segundo disco, grabado en 1969 para el primero de estos sellos, y es también el más que adecuado nombre de una antología de dos CD editada por la Warner alemana y publicada por su filial local. Allí toca, mayoritariamente, junto a Dewey Redman, Charlie Haden y Paul Motian. Jarrett, en varias de las piezas, ejecuta varios instrumentos además de piano, entre ellos saxo soprano y flauta dulce tenor. El material, extraordinario y difícilmente conseguible en otras ediciones, proviene del disco que le da título al álbum, de Life Between The Exit Signs (1968), The Mourning of A Star (1971) –una sorprendente versión de “All I Want” de Joni Mitchell, entre otros temas–, Gary Burton & Keith Jarrett (1970) –donde el grupo acompañante está compuesto por Steve Swallow en bajo, Sam Brown en guitarra y Bill Goodwin en batería–, Birth (1972) y El juicio (The Judgement) (1975).
Rod Stewart,
viejo zorro
La visita de Rod Stewart, la respuesta del público que garantizó dos fechas en la cancha de Vélez, produjo un lógico rebote en las bateas argentinas: en estos días coinciden en las vidrieras tres compilados centrados en el cantante escocés. Uno de ellos, The definitive rock collection, rescata la etapa de Rod en Faces, dos CD que, con toda la información sobre fechas de edición y sus correspondientes liner notes, toma canciones de Small faces (1970), Long player (1971), A nod is as good as a wink to a blind horse (1971) y Ooh la la (1973), junto con temas sólo editados como single, como “Maybe I’m amazed” (de Paul McCartney) y “Pool hall Richard”. Los otros dos compilados, en cambio, chocan entre sí: The very best of es una reedición del disco lanzado en 1998, una lista de 17 canciones que va de “Maggie May” a “Farewell”, y que resulta peligrosamente parecido a la de The seventies collection, editado en estos días para no perder el efecto de la ola Stewart. La industria tiene esas cosas.
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