La competencia por el rating televisivo durante 2008 no es novedad, fue sumamente reñida. Tanto que el índice acumulado del año colocó a Telefé por encima de Canal 13 tan sólo por una décima de diferencia: 11.4 el canal de las pelotas contra 11.3, el del solcito. No así si se presta atención a los indicadores por franja horaria. El balance final arrojó que el 13 ganó el prime time por una diferencia más amplia (4.5) y que Telefé se hizo de las tardes y los fines de semana. En cuanto a los programas más vistos del año, la supremacía del 13 fue notoria, ya que de las diez primeras emisiones más vistas, nueve se quedaron “en casa”: entre las Eliminatorias al Mundial 2010 (32.8 puntos), la Copa Libertadores (32.7) y Showmatch (25.7), que ocupan el podio, y Son de Fierro (22.3) la Recopa Sudamericana (22.6), Por amor a vos (21.9), la entrega de los Premios Clarín (21.2), y el especial Jorge Guinzburg, adiós a un amigo (21), aparece tímidamente Talento argentino (23.7).

En el primer semestre, la ficción de Pol-ka Por amor a vos le sirvió al 13 para ganar el prime time, siempre con ayuda de los partidos de los miércoles durante la participación de Boca en la Copa Libertadores. Marcelo Tinelli desembarcó en abril con su Bailando por un sueño, que aunque fue el programa más visto del año terminó desgajándose en los últimos meses. Incluso, mientras duró el conflicto entre el Gobierno y los productores agropecuarios, Telenoche aportó muy buenas mediciones.

En la otra vereda, a Telefé la fórmula que le había resultado para Resistiré y Montecristo en el ranking no rindió igual para la tira Vidas robadas, protagonizada por Facundo Arana y Soledad Silveyra que, no obstante, cosechó buenas críticas y ganó varios premios. Una carta que sí brindó mucho rédito fue El Muro Infernal, el programa de juegos de Marley, que con un piso de 15 puntos le permitió a Telefé no perder por goleada. El verdadero tanque de Telefé fue Susana Giménez, que promedió unos 20 puntos con su tradicional ciclo. Los intentos fallidos del canal de las pelotas por hacerse del horario principal con una ficción fueron desde la serie B&B, que funcionó dignamente, Una de dos, que permaneció en el aire menos de un mes y Aquí no hay quien viva, de muy buena factura, aunque sufrió inexplicablemente constantes cambios de horario.

Pero Canal 13 también tuvo sus altibajos. Se señaló en su momento que Adrián Suar había fallado en la elección del elenco de la segunda temporada de Mujeres de nadie y el otrora éxito infantil Patito Feo cayó lentamente a manos de Casi ángeles, cuyo revival le permitió asegurarse una plaza en la programación de Telefé para 2009.

Las telenovelas fueron también patrimonio del “11”. Don Juan y su bella dama ganó su franja claramente, le dio por fin su éxito a Joaquín Furriel, permitió el regreso de Romina Gaetani a la TV local y catapultó al chileno Benjamín Vicuña hacia un futuro prometedor. Las importadas Páginas de la vida y Cobras y lagartos también ayudaron a ganar la tarde y así achicar el margen con el 13.

El clásico de los sábados fue el protagonizado por la batalla entre Zapping y TVR, que arrancó con el liderazgo del ciclo del 13 pero culminó con un avance constante del producto de Cuatro Cabezas hasta fin de año.

Desde comienzos de año, los domingos fueron de Talento argentino, que superaba los 30 puntos en las mediciones, aunque hacia el final perdió un tercio de su audiencia. Lo mismo sucedió con Showmatch, Socias y Por amor a vos, que a partir de julio comenzaron a decaer. Esos declives permitieron que Vidas robadas y Susana Giménez alcanzaran un leve repunte en sus números.

Durante el último trimestre, el 13 sufrió dos irrupciones, una propia y otra ajena: Patinando por un sueño y Los exitosos Pell$. El certamen de patinaje tuvo mediciones muy bajas para el promedio de Tinelli –alrededor de 19 puntos– y eso redundó en una despedida sin pena ni gloria. Por otro lado, Los Pell$ reunió dos de los ingredientes más preciados en la industria televisiva: éxito de crítica y muy buenas mediciones de rating, con las que terminó derrotando a un Tinelli que no logró revertir la tendencia general a caballo de su Bailando por un sueño.