Después de Canadá y Estados Unidos, la Argentina es el tercer país con mayor número de abonados a servicios pagos de televisión. En el 82 por ciento de los hogares argentinos donde hay un televisor ya es costumbre pagar para ver la tele y el 18 por ciento restante le pelea al viento y la geografía una imagen dudosa y de colores nunca confiables. Para ellos se creó el Sistema Argentino de Televisión Digital Abierta (Sadtv), que actualmente ofrece entre 15 y 18 señales gratuitas y que en los próximos dos años planea llegar a las 38. “Nosotros entendemos la Televisión Digital Abierta como una política social y no como un mero hecho de innovación tecnológica”, empezó Osvaldo Nemirovsci, titular del Consejo Asesor del Sadtv, cuando abrió la charla “TV Digital, desarrollo y mercado”, que se realizó el jueves en el Mercado de Industrias Culturales de la Argentina (MICA). En la mesa lo acompañaban el director de cine y responsable de Incaa TV Marcelo Schapces, el coordinador general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Luis Lázaro, y Marcelo Altmark, el director de contenidos de Nación y Cultura, la nueva señal pública impulsada por la Secretaría de Cultura de la Nación. Todos coincidieron en el carácter democratizador del nuevo sistema.

“No hacemos TV Digital como valor de mejor pixelado de la imagen”, insistió Nemirovsci. Según explicó, el objetivo del proyecto es garantizar la accesibilidad geográfica, social y para las personas con discapacidad. Para eso, el Ministerio de Planificación, del que depende el Sadtv, diseñó el Programa de Accesibilidad Digital, por el que el Estado adquirió un millón y medio de conversores (que transforman la señal digital en analógica) para distribuir entre los sectores más vulnerables. El ex diputado destacó que gracias al Programa, esta vez el salto tecnológico “empezó por los menos pudientes, que fueron los primeros que pudieron ver la TV Digital”.

“No queremos que la tarea del Estado se agote en los fierros”, continuó Nemirovsci, en referencia a las 17 plantas transmisoras instaladas y los 350 mil conversores ya distribuidos. Donde se terminan los “fierros”, empiezan los contenidos y es en ese espacio donde el Estado quiere sumarse para ofrecer una alternativa y federalizar la producción. “Apostamos a recuperar la riquísima diversidad cultural que no se expresa en el 78 por ciento de los contenidos audiovisuales, que se ven en todo el país pero se producen en Palermo”.

A su turno, Luis Lázaro, coordinador general de Afsca, señaló que el objetivo es poner en debate la política de consumos culturales y recordó cuáles eran las condiciones a fines de la década del ’90, cuando el 75 por ciento de la producción audiovisual en la Argentina dependía de empresas de Estados Unidos. “Ahora nos dirigimos hacia un escenario convergente en el que es determinante pensar lo importante y necesario que es replantear el mercado audiovisual desde una mirada no concentrada”, reflexionó Lázaro. “Gracias a las políticas públicas estamos ante la posibilidad de empezar a adquirir un punto de articulación diferente para generar territorialmente una lógica distinta de producción y distribución de los bienes culturales”, remató.

En el camino por generar nuevos contenidos, el Estado tomó la delantera con la creación de las señales públicas Paka paka e Incaa TV, que se sumaron al ya instaladísimo Encuentro y al digitalizado Canal 7. Por ley, los operadores privados de cable deben incluirlas en la grilla. Marcelo Schapces es director de cine y productor ejecutivo de la nueva señal que desde el 1º de enero de este año pone en pantalla 24 horas de cine nacional y latinoamericano. El realizador de Pájaros volando aseguró que las nuevas señales rompen el paradigma que desvincula lo público de la calidad y aclaró que Incaa TV no quiere marcar un parámetro sino “preservar la memoria audiovisual de los argentinos, difundiendo lo que los privados no han adquirido ni van a adquirir”.

La primera parte de la charla terminó con la presentación de la señal Nación y Cultura, una iniciativa de la Secretaría que dirige Jorge Coscia. Su responsable de contenidos, el cineasta Marcelo Altmark, estimó que en sesenta días el nuevo canal estará listo para sumarse a la nómina de señales públicas y marcó que “es todo un país el que hoy empieza a producir contenidos audiovisuales y esto responde a una decisión política de un Estado que está dispuesto a generar y distribuir los recursos necesarios para llevarlo adelante”.

También participaron del panel el gerente de Recursos Institucionales de Telefe, Heber Martínez; el periodista Edgardo Esteban, de Telesur Argentina; y Marcelo Martinesi, director ejecutivo de la TV Pública de Paraguay. “Apostamos a otra manera de hacer negocios para reducir la brecha digital”, manifestó Martínez, que si bien celebró las medidas de fomento que contempla de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se preguntó sobre las estrategias para lograr la sustentabilidad de los nuevos proyectos. Sobre la señal panregional Telesur, Esteban destacó que nació con el espíritu de darles voz a los que no la tenían, siguiendo el modelo de Al Jazeera. Martinesi contó cómo la recién formada TV pública paraguaya surgió con Chile y la Argentina como modelos. Atrapada entre un Poder Ejecutivo debilitado y un Legislativo muy fuerte, dijo, depende del financiamiento de la ONU y confía en el apoyo de los países de la región para consolidarse.