Lun 11.07.2011
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TELEVISION › LA SEñAL INCAATV TIENE REDUCIDA SU áREA DE COBERTURA

Aún no hay películas para todos

El canal dedicado al cine argentino sólo puede ser visto por menos de la mitad de los suscriptos a la TV por cable. Aunque por ley están obligados a hacerlo, ni Cablevisión ni DirecTV lo distribuyen a sus más de 4 millones de abonados. Aducen problemas técnicos.

› Por Emanuel Respighi

A seis meses de su salida al aire, IncaaTV sigue buscando ampliar su cobertura para llevar el cine nacional a cada rincón de la Argentina. Presente en la Televisión Digital Terrestre (TDT), Telecentro y otros cientos de cableopeadores diseminados en todo el país, el único canal dedicado a la cinematografía nacional aún no puede lograr que Cablevisión ni DirecTV lo distribuyan a los más de cuatro millones de abonados que suman entre ambas compañías. Aunque estén obligadas por ley a hacerlo. Aunque no tenga costo alguno para las empresas. Aunque la señal emita una programación cinematográfica de calidad, proyectando películas de ayer y de hoy producidas en Argentina, Latinoamérica y algunas pocas de otras partes del mundo. Aunque para cientos de miles de argentinos –sea por distancias geográficas, posibilidades económicas y/o políticas de exhibición de los privados– el canal sea la única opción viable y cotidiana para disfrutar la riqueza del cine nacional. “Es una lástima que no todos los habitantes del país tengan acceso al cine nacional”, se lamenta ante Página/12 Eduardo Raspo, director ejecutivo de la señal.

La nueva legislación audiovisual establece que todos los operadores de TV deben incluir a las señales en las que el Estado tenga algún tipo de participación accionaria, ubicándolos en la grilla de modo que sean cabeceras de cada género. Con esa reglamentación, IncaaTV debería –como lo hacen hoy en día Encuentro y, parcialmente, Pakapaka– estar presente en todas las empresas que brinden algún tipo de servicio de TV paga. Lamentablemente, por el momento la señal dedicada al cine argentino tiene reducida su área de cobertura a menos de la mitad de los abonados a la TV por cable. “Tanto Cablevisión como DirecTV aducen problemas técnicos para subir la señal, argumentando que no tienen espacio en la grilla”, explica Marcelo Schapces, productor ejecutivo de IncaaTV. “Pero suena más a un argumento falaz que a otra cosa. En primer lugar, porque el ancho de banda permite sumar señales en la frecuencia digital sin ningún inconveniente. Y en segundo lugar, porque en las grillas que brindan los operadores hay nuevas señales todo el tiempo”, subraya.

En efecto, basta repasar lo que sucede constantemente en la oferta de programación de los operadores. Por ejemplo, desde este mes DirecTV sumó el canal de aventura y naturaleza Nat Geo Wild en la frecuencia 735, sin necesidad de quitar otro de su grilla para hacerle lugar. Además, tanto en esa compañía como en Cablevisión suben y bajan constantemente señales deportivas en función de los eventos que haya. Y lo suelen hacer para emitir canales en HD (que ocupan más espacio), y de un día para otro. En este contexto el argumento de imposibilidad técnica pierde potencia, dándoles crédito a quienes especulan con que no ajustarse a la ley obedece más a cuestiones políticas. Sin embargo, en las últimas semanas se ha abierto una negociación con DirecTV para que en poco tiempo IncaaTV se sume a su servicio.

IncaaTV es una señal que se propone transmitir la variada construcción de identidad que el cine nacional produce desde sus orígenes. Bajo la idea de proyectar más de 400 títulos por año, su programación carece de programas que hablen sobre la industria, sino que emiten en continuado películas de todos los tiempos. Una estrategia que va de la mano con la intención de convertirse en el medio televisivo de difusión del cine argentino, como una manera de llevar sus producciones allí donde no llega el mercado. Lo que subyace a la creación de IncaaTV es, entonces, que el cine argentino tenga en la pantalla chica un complemento que potencie su incipiente recuperación, en un círculo virtuoso que beneficie a todos los protagonistas de una industria que en los últimos años se viene consolidando en sintonía con el andar económico.

“Como no existe experiencia en el mundo como IncaaTV, es cierto que al principio hubo ciertas resistencias de parte de quienes hacemos cine”, reconoce Raspo, director de Tatuado y Geisha, entre otras películas. “Todo lo nuevo siempre trae aparejado un momento de incertidumbre, en cualquier ámbito. Pero a medida que la gente del cine se iba interiorizando de la programación y las intenciones del canal, todos fueron celebrando la existencia de la señal”, agrega Schapces, que en su caso estuvo detrás de cámaras en Pájaros volando, entre otras. De hecho, sólo unos pocos productores aún se niegan a comercializar con el canal la posibilidad de emitir sus películas. Al igual que lo que sucede con los operadores de TV paga, aquí también pareciera que la política vuelve a meter la cola.

“Lo que pasa es que en IncaaTV tenemos una misma política de adquisición de derechos para todos”, subraya Raspo. “Para nosotros vale lo mismo un film que llevó dos mil personas a las salas que otro que metió 800 mil. Por una sencilla razón: somos un canal de fomento del cine nacional que, entendemos, no debe tener como parámetro de contratación el éxito comercial, sino que busca ampliar la penetración de nuestra cinematografía en todo el país”, analiza. “Además, no vamos nosotros a evaluar las películas, porque ¿cuál debería ser el criterio de evaluación? ¿la calidad? ¿La temática? ¿Las entradas vendidas?”, se pregunta Schapces. A las adquisiciones posibles, el canal se nutre también de los films a los que el Incaa le dio créditos de lanzamiento por dos años. Además de su difusión, el canal también está realizando un gran trabajo de remasterización de viejas cintas que estuvieron muy mal conservadas y en manos de inexpertos.

Compuesta por un 65 por ciento de cine nacional de todos los tiempos, un 25 por ciento de cine producido en Latinoamérica y un 10 por ciento destinado a las películas “de autor” de otras partes del mundo, la programación de IncaaTV se divide en distintos ciclos temáticos, a razón de uno por día en el prime time, los martes hay cine de autor, los miércoles toma la posta el cine policial, los jueves están reservados al documental, en Miradas los viernes se repasan filmografías de grandes directores argentinos (ahora están Leonardo Favio y Leopoldo Torre Nilsson), los sábados se proyectan comedias y cine latinoamericano en Punto cardinal, y los domingos en A sala llena se programan películas comerciales. Además, en la trasnoche de los viernes y sábados el canal emite cine independiente argentino de suspenso y terror.

“IncaaTV rompe con dos paradigmas que estaban naturalizados en la cultura argentina –cuenta Raspo–. Por un lado, con aquella idea de que la TV pública no puede ser de calidad y entretenida a la vez. En este punto, Encuentro y Pakapaka hicieron escuela. Y también quiebra la dañina idea de que los argentinos no queremos ver cine argentino. La demostración de que se trata de una falacia que le hace mucho mal a la industria no pasa sólo por las boleterías de cine, sino que ahora pudimos constatarlo a través del entusiasmo que en las redes sociales marca la gente respecto de IncaaTV”, concluye el director ejecutivo de una señal que está haciendo punta en el nuevo escenario televisivo.

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