Desde mañana, el canal de cable FX renueva su programación con dos sitcoms muy divertidas. Ganadora del People’s Choice Awards como la mejor comedia para TV, dos veces nominada al Golden Globe por mejor serie y mejor actuación masculina para su protagonista, Jason Lee, My Name Is Earl llegará a la pantalla argentina a las 21. En tanto, a las 21.30, es el turno de The Office, la versión estadounidense de la serie homónima inglesa. De la mano del actor y director Rick Gervais, The Office es una comedia que gira en torno de la vida dentro de una oficina, en clave paródica.

Ubicada entre los diez programas más vistos en Estados Unidos, My Name Is Earl se centra en la vida de Earl, quien segundos después de ganar la lotería es atropellado por un automóvil. Una vez hospitalizado, Earl ve en la TV a una celebridad asegurar que su éxito es producto de hacer el bien y ayudar al prójimo. Y es en ese momento exacto en que Earl descubre el concepto de “karma” y, con la esperanza de tener una mejor vida, decide reparar todos los errores que cometió en el pasado. Acompañando a Earl en este proceso de reparar su “karma” está su grupo de amigos, como el desventurado hermano de Earl, Randy, o la sexy y atractiva Catalina. Incluso hasta Darnell, el dueño del bar donde Earl acostumbra tomarse unas cervezas, le ofrece su apoyo y compañía en este proceso de cambio de vida. Pero será la ex mujer de Earl, Joy, quien no moverá ni un solo dedo para ayudarlo, a menos que ella pueda sacar algo de provecho a cambio.

Por su parte, The Office muestra un ácida mirada sobre los reality shows y las relaciones personales que se tejen en el seno de una oficina. The Office no es otra cosa que una sátira puramente británica acerca de las relaciones humanas que se dan en una oficina. Estructurada en una suerte de falso reality show, la serie de ficción describe descaradamente el ambiente laboral en una sucursal de una empresa de venta mayorista de papel, pero que bien podría ser cualquier otra compañía. Con una gran cuota de cinismo e ironía, en The Office conviven todos los prototipos de empleados, llevados al extremo. El jefe presumido, incompetente y machista; el empleado obsecuente y objeto de todas las bromas; la cuota alegre e irónica de la oficina, y la secretaria sensual e histérica, entre otros compañeros.