TELEVISION › MATTHEW PERRY VOLVERá A LA PANTALLA CON GO ON
El actor de 42 años no ha tenido suerte con sus papeles después de Friends, la serie que lo catapultó. En el otoño boreal regresará en el papel de un periodista deportivo con problemas de angustia, en un programa del que NBC ya encargó una temporada completa.
› Por Sarah Hughes *
A veces parece como si cada temporada trajera un nuevo intento de una antigua estrella de Friends por recrear sus días de gloria. Esta vez es nuevamente el turno de Matthew Perry, porque el hombre anteriormente conocido como Chandler Bing se reúne con la NBC, la cadena detrás de Friends, y Scott Silveri, un ex guionista y productor del programa, en un intento de redescubrir algo de la vieja magia. Entonces, ¿es buena Go On, una sitcom acerca de un periodista deportivo de mediana edad tratando de lidiar con una profunda pena a través de la terapia grupal? NBC ciertamente piensa que sí: la cadena encargó una temporada completa debido a la potencia del piloto y le dio un lugar buenísimo los martes por la noche, tras el hit de rating The Voice.
Go On, que se estrenará en la primavera, al menos tiene mucho potencial. El piloto balancea con habilidad material liviano y oscuro, lo que le permite a Perry ser gracioso y conmovedor sin tener que volver a las respuestas de una oración a lo Chandler, mientras que Laura Benanti (lo mejor del velozmente cancelado The Playboy Club) tiene una oportunidad de robarse la pantalla como la inexperta líder del grupo. Pero incluso con todas las escenas ingeniosas y algunos momentos de genuinas carcajadas que tiene Go On, persisten cuestionamientos sobre si podrá catapultar tanto a Perry como a la cadena NBC de nuevo a un gran momento. Silveri, el guionista del programa, se mantiene pragmático. “Obviamente, la televisión ha cambiado mucho en el último par de años, así que buscamos calidad. No buscamos igualar los números de Friends”, le dijo hace poco a Entertainment Weekly. “Para mí ha sido una delicia ver a Perry trabajar en el proyecto. Colaborar con él es fácil, y tenemos una energía y sinergia a la que hemos regresado.”
Los escépticos todavía están por convencerse. Mientras que la NBC tiene algunas de las comedias más piolas en el aire en este momento –o Community, Parks and Recreation, 30 Rock–, también son de las de menores ratings y muchos sostienen que la cadena nunca volverá a llegar a las alturas de Friends, que se vio durante una década entre 1994 y 2004, a menos que abandone el humor seco y regrese al formato populista y multicámaras de aquel programa. La poco convencional Go On, cuya principal fortaleza radica en los momentos en los que explora la estrafalaria dinámica del grupo durante las sesiones de terapia, no parece ser la indicada para cambiar eso.
Y además está el propio Perry. El mundo post Friends no ha resultado sencillo para el actor de 42 años. Mientras que su antigua compañera de elenco Jennifer Aniston se convirtió en una auténtica estrella cinematográfica, más allá de que sea una más conocida como la más amada novia de América más que por alguna de las comedias románticas que produce como salchichas, Perry, el más joven y probablemente el más talentoso miembro del elenco de Friends, ha luchado para encontrar el papel adecuado en televisión o en el cine.
Su dificultad para llegar a alturas estelares puede atribuirse en parte a una larga batalla contra las drogas y el alcohol. En 1997, con Friends en su cenit, él se metió en rehabilitación por su adicción al calmante Vicodin. En 2001 ingresó nuevamente, esta vez para ser tratado por una adicción a la metadona, las anfetaminas y el alcohol; en una entrevista de 2002 admitió que se tomaba una botella de vodka por día y que había pasado por “un momento muy oscuro”. El año pasado se sometió a un período más para prevenir una recaída y remarcó irónicamente a la prensa estadounidense: “Estoy haciendo planes para irme durante un mes para enfocarme en mi sobriedad y continuar mi vida en recuperación. Por favor disfruten de reírse de mí en la web”.
El también ha tenido una inusual mala suerte en lo que concierne a sus papeles después de Friends. Su muy promocionado regreso a la televisión en 2006, con la Studio 60 on the Sunset Strip, de Aaron Sorkin, falló en gran medida debido a las flaquezas del guión más que al matizado rol de Perry como el conflictuado productor televisivo Matt Albie. De modo similar, él fue lo mejor en la rápidamente cancelada comedia Mr. Sunshine, del año pasado, en la que interpretaba al gerente de un estadio cubierto que se despreciaba a sí mismo con un peso que le daba más carisma del que se merecía un programa tan liviano. Aunque no hay dudas sobre su talento, Perry siempre ha parecido más cómodo robándose el papel desde los márgenes: sus mejores apariciones después de Friends han sido como invitado, tanto en The West Wing como, más recientemente, en The Good Wife.
Y con todo lo bueno que era en Mr. Sunshine, fue una actuación curiosamente subestimada, que levantó dudas sobre si Perry tenía carisma para un rol estelar. Mientras que el Boston Herald comentó que Perry “hizo que la angustia pareciera fácil”, USA Today cuestionó si el actor podía sostener ser el centro de un programa y una crítica condenatoria en el Washington Post argumentó que la antigua estrella de Friends había sido opacada por la aplomada actuación secundaria Allison Janney.
Como muchos actores antes que él, Perry ha luchado para correrse del papel que lo definió. Para una generación que creció primero con Friends y más tarde con sus interminables repeticiones, Perry es Chandler Bing. Y esa gente no tiene interés en verlo hacer otra cosa que salir con una frase demoledora o reaccionar tardíamente en el momento perfecto.
Se necesita un papel especial para salirse de la sombra de aquel elenco de Friends. Courteney Cox sólo se sostuvo en su papel como la cabeza hueca Jules en Cougar Town durante la segunda temporada, mientras que Matt Le Blanc ganó un Golden Globe por Episodes, en el cual parodia su mejor momento. ¿Podrá Go On hacer lo mismo para Perry? Es apropiado mencionar que Friends empezó despacio y sólo llegó a un público más amplio tras la repetición al final de la primera temporada. Y aunque el jurado todavía delibera sobre si Perry puede saltar al status de protagonista, su performance en Go On es una de las más ágiles que ofreció en años. Por lo tanto, es difícil no esperar que esta última sitcom represente para el simpático actor un nuevo comienzo más que la última oportunidad.
* The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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