La cantidad de personas que murieron en la Argentina como consecuencia de la violencia institucional es muy elevada y en buena parte de los casos los disparos fueron efectuados por policías que estaban en servicio. También en muchos casos, quienes la padecieron fueron jóvenes. Ejemplos sobran: el asesinato de Walter Bulacio y la Masacre de Floresta, entre muchos otros, son elocuentes para entender una situación ante la que el Estado debe dar respuesta. Para no quedarse con las manos cruzadas, la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional surgió de una iniciativa de los familiares de víctimas de gatillo fácil y abuso policial, con el apoyo del diputado nacional Leonardo Grosso (FpV). Funciona a través de una red de más de cien abogados, estudiantes de derecho y trescientos promotores y voluntarios, y tiene como objetivo desarrollar una política integral que permita ir reformulando el rol de las fuerzas de seguridad en el contexto democrático. Ahora, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) se suma a la campaña con el lanzamiento de un concurso de cortos y el ciclo “Ni un pibe menos”, que contiene material audiovisual sobre esta temática, bajo la idea de concientizar socialmente acerca de los abusos de violencia de las instituciones.

El lanzamiento de la iniciativa se realizó el martes por la noche en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont, con una mesa integrada por el diputado Grosso, la presidenta del Incaa, Liliana Mazure, y la periodista Cynthia García. La sala estaba atestada de familiares de víctimas de la violencia institucional, miembros de organizaciones sociales y de DD.HH. y muchos militantes. “No queremos mano dura, no queremos represión, queremos para los pibes trabajo y educación”, cantaban para darle tono acorde con una jornada plagada de emociones. Antes de comenzar los discursos, se presentó un spot en el que personalidades como la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, los periodistas Horacio Verbitsky y Víctor Hugo Morales y la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, manifiestan estar en contra de la violencia institucional.

La producción del ciclo de cine del Incaa, según sus organizadores, apunta a “visibilizar esta problemática y poner en discusión la violencia institucional y el rol de las fuerzas de seguridad en el contexto democrático, brindando, a su vez, otra herramienta para llegar con esta campaña a todos y todas”. El ciclo está compuesto por largometrajes de ficción, documentales y series que abordan esta temática: Pizza, birra, faso (Adrián Caetano y Bruno Stagnaro), Vikingo (José Campusano), Carancho y El Bonaerense (Pablo Trapero), El Almafuerte (Andrés Martínez, Roberto Persano y Santiago Nacif), Parador Retiro (Jorge Leandro Colás), El Rati Horror Show (Enrique Piñeyro), Los pibes del puente (serie) y Alegría y dignidad (serie). Además, el Incaa lanza un concurso federal de cortos sobre el tema con la intención de concientizar a la sociedad sobre la necesidad de democratizar las fuerzas de seguridad y reflejar la lucha contra la exclusión, la estigmatización y la violación de los derechos humanos.

Durante el acto, se entregaron los materiales del ciclo de cine a la agrupación H.I.J.O.S., la agrupación Miles, Movimiento Evita, Secundarios de Nuevo Encuentro; al diputado y secretario de DD. HH. de La Cámpora, Horacio Pietragalla; a la agrupación 26 de Julio y al CELS. Esta fue más bien una entrega simbólica, porque se destinarán, en total, unas 250 cajas con el material para ser repartidas a los promotores de la campaña en todo el país. “Nosotros las entregamos para que ellos las exhiban de manera gratuita en los barrios de todo el territorio”, explicó Mazure. Y agregó que estos films serán proyectados para “discutir y polemizar”. En cuanto al concurso, será realizado también en los barrios por los mismos jóvenes a los cuales va dirigida la campaña. El Incaa convocará a la realización de cortos “en todos los lugares donde los promotores del Programa ‘Ni un pibe menos’ estén trabajando”. Una vez concretados, se proyectarán en los Espacios Incaa de los barrios donde se realicen –previa presentación en el Gaumont– y se seleccionarán algunos para ser emitidos por Incaa TV.

Mazure también expresó que cuando Grosso le comentó de la campaña, “nos pareció que no podíamos dejar de estar porque teníamos algunas herramientas que eran muy útiles, que se construyeron a través del tiempo en la Argentina”. La titular del Incaa recalcó que el tipo de películas que conforman el ciclo “en algún momento se realizó en la clandestinidad, en la resistencia” y también informó que “todo el material que se había producido de nuestros cineastas militantes, como Quique Juárez, Raymundo Gleyzer, hubo que sacarlo a Cuba porque si lo secuestraban, lo destruían y hoy estamos recuperando todo este material. Estamos recuperando la filmografía del Tigre Cedrón, que está desparramada por el mundo entero, también el material de Juárez”. Es por eso que señaló: “Que estemos acá entregando estos ciclos con los que ustedes van a trabajar y que comencemos un concurso de cortometrajes con esta temática, realizados por los protagonistas de esta historia, tiene que ver con lo que ha cambiado el país a partir de 2003, con lo que cambió el país a partir de que Néstor bajó los cuadros en aquel 2004, y en el cual participamos millones”.

Luego de agradecer la presencia de los familiares “por esa fortaleza que nos dan a nosotros por seguir peleando”, Grosso señaló que cuando se encontraron por primera vez con una situación de violencia institucional, hace mucho tiempo, antes del 2003, “estábamos absolutamente solos resolviendo esto. Los familiares lo deben saber más que nadie: esa soledad en la que uno queda laburando, resolviendo el problema, saliendo de una situación tan difícil”. En aquel momento, “no había ni un concejal, ni un diputado, ni un Estado nacional ni municipal que nos diera una mano. Era una soledad absoluta”, denunció Grosso. Y reconoció: “Hoy, ver que el Incaa tiene un ciclo de cine que se llama ‘Ni un pibe menos’ tiene que ver con lo que está pasando en la Argentina. Así que agradezco a Liliana Mazure y a todos los chicos del Incaa por la predisposición”.

La periodista Cynthia García formuló el siguiente análisis: “Uno se pregunta qué le pasa a una sociedad que no puede condolerse ante la muerte por gatillo fácil o que invisibiliza las situaciones de gatillo fácil. ¿Cuáles son los déficit que tenemos como democracia, como medios, como periodistas para naturalizar esta situación durante tantísimo tiempo? Por supuesto que siempre hubo honrosas excepciones: la lucha del CELS, la lucha de los movimientos sociales, la lucha de aquellos que estaban cerca de quienes eran víctimas de la violencia institucional. Pero me parece que hay una responsabilidad, una deuda pendiente y desde el lugar como periodista uno tiene la responsabilidad de arrojar luz sobre esa oscuridad”.