Un idílico pueblo llamado Haven donde sus habitantes poseen poderes sobrenaturales. En el espacio de Haven (lunes a las 21 se emite la tercera temporada, hay un maratón el próximo viernes a la misma hora), se interna Audrey Parker (Emily Rose). La agente quiere resolver un asesinato, pero descubrirá un misterio mucho más profundo, sobre el lugar y ella misma. OK, el envío puede saber a Lost, Supernatural y Heroes –y tantos más que incorporaron el extrañamiento en lo cotidiano– pero tienen un ingrediente tan fuerte que transforma el plato: está basada en una novela de Stephen King, The Colorado Kid. “Hay un montón de shows sobre lo sobrenatural, creo que la gente se engancha con ellos por puro entretenimiento, y puede que en parte exprese una falta de creatividad, pero el nuestro viene como en una caja que lo diferencia y estoy orgulloso: Stephen King ya le da ese toque misterioso y oscuro que lo volvió exitoso como escritor”, dice Lucas Bryant, que interpreta al policía compañero de Parker en la serie.

La ficción está llena de referencias a la obra del autor de Carrie, por lo que el contexto mismo funciona como una especie de caja de resonancia de la simbología King: sucede en un entorno visto –ejem, o leído– en sus cuentos y novelas, con nombres de personajes y calles o planos a libros del autor. Si bien no ha sido de los mejor tratados por la crítica, cuenta con una base de fans que ha ido creciendo de forma consistente. “Gracias a ellos el show sigue en el aire”, dice Bryant.

Su personaje tiene –padece– el poder de la falta de tacto, por lo que también es inmune al dolor. “Me enfoqué en lo que pueden ser las torturas y no demostrar nada –apunta–. El otro día en el set lo hice muy bien, Emily me golpeó sin ningún motivo y no reaccioné siquiera: puedo asegurar que no sentí nada.” ¿Será el poder de King?