Domingo, 12 de enero de 2014 | Hoy
TELEVISION › ESTA NOCHE SE ENTREGARAN LOS GLOBOS DE ORO, CON TRANSMISION EN DIRECTO
El influjo cada vez más importante de la televisión y la irrupción de Internet se plantan ante el cine en la premiación de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood. TNT emitirá la ceremonia a las 22 y la previa desde una hora antes.
Por Federico Lisica
Como un cliché, hasta no hace mucho tiempo, la entrega de los Globos de Oro eran presentados como “la antesala de los Oscar”. Dado el salto en calidad técnica, de guiones, actuaciones y de aceptación del público de la televisión frente a su hermano mayor –el cine–, no sería extraño que estos premios comenzaran a ser llamados “los post Emmy”. “Los Globos de Oro están desde antes que comenzara a hablarse de la nueva edad de oro de la televisión, pero efectivamente algo así está sucediendo”, dice Barry Adelman, productor ejecutivo de estos premios otorgados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (APEH), en una conferencia telefónica para medios latinoamericanos de la que participó Página/12. “La APEH tiene una reputación de honrar y poner el foco sobre la televisión antes que los Emmy o cualquier otra entrega. Este cambio se está produciendo desde hace más de una década y desde entonces le damos relevancia. Incluso, este año tenemos nominada a House of Cards, que proviene de Internet, así que siempre estamos a la caza de lo nuevo en materia audiovisual”, continúa Adelman. “Esto se ve también en el traspaso sin problemas de las estrellas de uno a otro terreno: tenemos el caso de Al Pacino nominado por Phil Spector, que es una película para tevé, así que es una interacción permanente”, suma Theo Kingma, presidente de la asociación.
Ultimamente los Globos de Oro (la previa podrá verse por TNT desde las 21, la premiación se inicia una hora después) vienen creciendo en audiencia tanto en su país como por estos pagos. La emisión de 2013, de hecho, cosechó casi 20 millones de espectadores transformándose en la más exitosa de los últimos seis años. “Siempre es un desafío superarte –dice Adelman–, pero nunca podés predecir qué es lo que le va a gustar a la audiencia.” Puede que algo tenga que ver la familiaridad creciente que el público tiene con algunos de los nominados que disfruta desde la pantalla chica o desde Internet. Basta ver la categoría de Mejor actor en drama. Como en un photo finish, es imposible saber quién hizo más méritos para subir al estrado. ¿Bryan Cranston por su Heisenberg/Walter White en Breaking Bad? ¿Liev Schreiber y su arreglador de problemas en Ray Donovan? ¿Michael Sheen con su exquisito portarretrato de un sexólogo en Masters of Sex? ¿Kevin Spacey y su congresista inescrupuloso de House of Cards? ¿La vuelta de James Spader con su doble espía de The Blacklist? Nada está dicho.
Otra evidencia de este cambio de frecuencia orientado hacia la pantalla chica se palpa en la dupla que llevará adelante la ceremonia por segundo año consecutivo: Tina Fey y Amy Poehler. Las dos se dieron a conocer en el mítico programa Saturday Night Live, y luego actuaron juntas en las películas Mean Girls y Baby Mama, pero el estrellato lo alcanzaron con sus papeles en las series Parks & Recreation (Poehler) y 30 Rock (de la que Fey fue creadora, productora y multipremiada por la casa). Las dos damas sumarán la típica acidez e impertinencia de estas galas, aunque seguramente no tanto como la que le imprimió el británico Ricky Gervais en el mismo rol algunos años atrás. “Tenemos una modalidad que nos permite adelantarnos, incluso recortar si hay alguien que dice una mala palabra, algo extremadamente fuera de tono, o inusual, pero también tenemos una tradición a favor de la libertad de expresión, nunca hemos tenido grandes problemas y nos gusta que se mantenga así”, explica Adelman.
Más allá del guión, siempre hay lugar para lo imprevisible. “En todos mis años como productor –recuerda Adelman–, el momento más inesperado fue cuando Liz Taylor estuvo a punto de decir el ganador de un premio antes de leer los postulados, y toda la gente en el público empezó a gritarle que no lo hiciera. Yo corría detrás del backstage y, por suerte, Dick Clark, un presentador histórico de nuestra televisión, le dijo completamente fuera de libreto: ‘Hola, Elizabeth, ¿te acordás cómo era esto? Primero hay que leer los nominados’. Y ella respondió: ‘Ah, cierto’, y todo continuó como lo planeado. O cuando Bill Clinton presentó la película Lincoln y nadie lo esperaba. Pero el otro momento memorable fue cuando Ving Rhames le entregó su premio a Jack Lemmon, al que le había ganado: los dos lloraban, el público lloraba, yo también lloraba... Fue un instante mágico”.
Entre las celebridades que subirán sí o sí al estrado para presentar algunos premios están el irlandés Colin Farrell, Uma Thurman, Kevin Bacon, Reese Witherspoon, los comediantes Jimmy Fallon y Julie Bowen, Mila Kunis, Jennifer Lawrence (también nominada por su papel en Escándalo americano) y un infaltable de estas galas como lo es Robert Downey Jr. “Puedo adelantar que este año tendremos a dos de las mayores figuras del entretenimiento sobre el escenario –seduce Adelman–. Los primeros siete minutos van a ser increíbles, muy a tope, así que es mejor no perderse nada. Va a haber un tributo muy lindo a Woody Allen y su carrera, recibirá el premio Cecil B. DeMille. Va a ser un momento muy emotivo con las presencias de Diane Keaton y Emma Stone, un video con su carrera... Sin dudas, será uno de los grandes momentos de la velada.”
“Woody es un icono –apunta Kingma– y realmente nos esforzamos tanto en estar a la altura de una situación así.”
Entre los latinos que compiten por un galardón, el que tiene que ir haciendo espacio en su vitrina es el mexicano Alfonso Cuarón, que fue nominado como Mejor director por Gravedad (esta oda espacial, por otra parte, quedó postulada como Mejor película dramática y también por Mejor actriz dramática, Sandra Bullock). La colombiana Sofía Vergara quedó nominada por cuarta vez como Mejor actriz de reparto por su histrionismo en la más que apetecible comedia Modern Family. En la categoría de Mejor película cómica o musical quedó postulado el guatemalteco Oscar Isaac, como Mejor actor por su papel en Inside Llewyn Davis.”Se puede decir cualquier cosa de nuestros premios, cualquier crítica, salvo que tengamos una mirada cerrada o discriminatoria sobre los nominados de otras latitudes. Cary Grant, una de nuestras grandes estrellas, nunca ganó un Globo de Oro, por ejemplo. Entre los latinos, hay mexicanos, puertorriqueños, también una argentina, Stephanie Beatriz, que es parte de la comedia nominada Brooklyn Nine-Nine. Y me estoy quedando corto”, apunta Adelman.
Por el lado del cine, 12 años de esclavitud, del británico Steve McQueen, y Escándalo americano, de David O. Russell, con diez nominaciones cada una, se aprestan como los grandes contendientes de la noche. Una es una épica historia de negritud, la otra una tragicomedia policíaca. Otras dos como Capitán Phillips y Philomena, basadas en historias reales, con actuaciones de dos pesos pesados como Tom Hanks y Judi Dench, que han sumado nueve y cuatro candidaturas, respectivamente, también tienen chances de llevarse algún premio. Ojo con Gravedad. “Es una era de gran diversidad temática y de estilos, y muchas de las películas que tienen buenas críticas son éxitos de boleterías. Creo que Gravedad es uno de los casos que demuestra hacia dónde se dirige la industria del cine –señala Adelman–. Es una película que la tenés que ver en una sala. Hay cambios tecnológicos evidentes con el 3D o películas que se dirigen a más de un público a la vez. Sin duda que ésta es una época de grandes cambios para el público y toda la industria en su conjunto. Pero si hay algo en lo que el cine, Internet o la televisión hecha en Hollywood se han destacado, y en un punto siguen siendo iguales, es en que finalmente se trata de contar buenas historias.”
Entre los nominados y las apuestas, ahora también mete la cola Internet. A partir del rastreo con las menciones que se hacen en la web de los candidatos, quienes aparecen con más chances son 12 años de esclavitud, en drama, El lobo de Wall Street, en comedia, Sandra Bullock (Gravedad) como Mejor actriz dramática, Amy Adams (Escándalo americano) como Mejor actriz en comedia o musical, Tom Hanks como Mejor actor dramático (Capitán Phillips) y Leonado DiCaprio como Mejor actor de comedia o musical en El lobo de Wall Street. Los entrevistados confirman esa tendencia: “Las plataformas digitales han llegado para quedarse”, dicen.
¿Será el año en el que House of Cards, una producción concebida y distribuida desde Internet, marque un mojón en una industria cada vez más audiovisual y consumida en casa? ¿Ganará Al Pacino por su encarnación de Phil Spector (Phil Spector) o Michael Douglas por haber hecho de otro excéntrico musical como Liberace (Behind the Candelabra)? ¿Comenzará Cate Blanchett su cosecha de merecidísimos premios por su bipolar y encantador personaje en Blue Jasmine de Woody Allen? ¿Tendrá su reconocimiento el infatigable Bruce Dern que, a sus 77 años, brindó una de las mejores actuaciones del año en Nebraska? Todas preguntas que comenzarán a develarse esta la noche. “Cada año es distinto, porque va en función de las nominaciones. Son doscientas estrellas que tenés en tres horas, cada categoría tiene como mínimo cinco nominados, los números musicales... Lo más difícil es encontrar un balance. Hay algo seguro: siempre vamos a tener muchísimas sorpresas”, cierra Adelman.
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