Dom 14.12.2014
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TELEVISION › ENTREVISTA EXCLUSIVA A LEONARDO DICAPRIO

“La naturaleza, por sí sola, no tiene voz, y la necesita”

El protagonista de El lobo de Wall Street se sumó como productor asociado al documental Virunga, disponible en la plataforma Netflix, que refleja las dificultades que afronta una reserva africana, refugio de los últimos gorilas de montaña.

› Por Federico Lisica

“Héroes reales.” “El poder de la voz.” “Una historia que merece ser contada.” Esos serán los tres conceptos que más repetirá Leonardo DiCaprio durante la teleconferencia de la que participó Página/12 (el único medio argentino presente) sobre Virunga, documental del que el actor fue su productor ejecutivo. El título de la película –disponible en la plataforma Netflix– alude a una región montañosa del Congo rica en minerales y petróleo, hábitat natural único, entorno político caldeado y que está en la mira de varias multinacionales. Pero también evoca –por más de un motivo– a Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988), el retrato alla Hollywood del trabajo de la naturalista estadounidense Dian Fossey en la fronteriza Ruanda, asesinada en diciembre de 1985. Esas frases que DiCaprio pronuncia –y suenan a extractos de un trailer– evidencian que el documental podría haber servido para una trama épica como Diamante de sangre (Edward Zwick, 2006), ficción en la que actuó el propio DiCaprio. Pero el apremio se impuso en el relato dirigido por Orlando von Einsiedel, ya que los acontecimientos registrados son bien recientes. Virunga mezcla características del periodismo de investigación con el registro de entornos naturales, centrado, eso sí, en la labor de los reservistas que buscan proteger a la biodiversidad de los cazadores, de los conflictos bélicos y de empresas que buscan sacar su tajada. “Este es el tipo de historias en las que me gusta participar”, asegura DiCaprio.

–¿Qué fue lo mejor, lo peor y lo más difícil de encarar un proyecto de este tipo?

–Debo decir la verdad, yo me incorporé hacia el final del proyecto. Fue sobre la posproducción. Estuve trabajando con la gente de Netflix para asociarme como productor y lograr más atención sobre historias como ésta: vitales e importantes. Y más aún en aquellas que tienen que ver con el medio ambiente. Virunga es una de estas historias increíbles por donde la analices. Enseña de manera tan clara aspectos sociológicos y problemas políticos, en especial cuando se ve cómo se quieren apropiar de las riquezas de este país. Y está lo esencial del asunto: proteger este hermoso refugio que está constantemente en peligro. Los héroes verdaderos de este proyecto son las comunidades locales que cuidan lo suyo. Para mí Virunga es, a las claras, uno de los mejores ejemplos de heroísmo medioambiental. La gente arriesga su vida, todos los días, por cosas que son trascendentales, y en más de un nivel. Hay sólo 800 gorilas de montaña en el mundo y éste es su hogar. Se trata de lo que hacen los involucrados, pero también de volver global su mensaje.

–No es la primera vez que usted se embarca en un documental de estas características. ¿Tiene que ver con una identificación personal con estos temas? ¿Cuál es la búsqueda principal?

–Primero, debo decir que me conmovió el documental. Está muy bien hecho, tiene su intención pero también algo de drama, como si ése lugar fuera indicativo de lo que pasa en varias partes a la vez. Estás ahí, en tiempo real, viendo y sintiendo el conflicto. Está el gobierno, los rebeldes, los proteccionistas. Estos últimos miran la muerte todo el tiempo para cuidar otras criaturas. Lo que buscan es que las empresas no se entrometan con este refugio, no sólo las petroleras, cualquiera de las industrias. Desde mitad de los ’70 se ha perdido el 50 por ciento de la biodiversidad que existía hasta entonces. Aquí se entrecruzan todos los temas: cambio climático, deforestación, búsqueda de recursos no renovables como el petróleo que arrasan con todo a su paso. Es una atrocidad por dónde lo mires, para la naturaleza y para el futuro de las generaciones. Quisiera servir y ser parte de más historias como ésta.

–¿Cuáles fueron los momentos que como espectador más lo conmovieron de Virunga?

–Ciertamente la historia de los guardaparques te estremece. Y también lo de la periodista trabajando de encubierto para demostrar lo que está pasando. Sin su labor, hubiera sido imposible exponer las conexiones entre la petrolera Soco y las redes gubernamentales. Pero lo más emocionante son los reservistas; no tienen un incentivo económico, estos hombres hacen lo que hacen desde y para las comunidades locales. Ese, creo, es el mejor modo de actuar. Hay un valor ahí para mantener las cosas seguras como también lo hace el ecoturismo. Ves que esta gente atraviesa la montaña tras los ataques en la noche para brindar atención médica y se enfrenta a los rebeldes. Son increíblemente valientes. Y el equipo de realizadores estaba con ellos. Hay que sacarse el sombrero por Orlando y todos los que estuvieron con él. Están ahí para documentar.

–¿Por qué se eligió este modo de difusión a través de Internet?

–Las plataformas audiovisuales en la web están moldeando una nueva manera de dar a conocer documentales de este tipo para una audiencia masiva. Hay que comprender que un proyecto así no llegaría tanto de una manera tradicional a las salas de cine. Los documentales en general no pueden competir con estrenos de una gran productora. Y es abrumador, en el mejor de los sentidos, lo que está pasando con este documental. Estamos plantando algo para el movimiento ambiental. La naturaleza por sí sola no tiene una voz. Es un tema muy severo. Se trata de compañías que están metiéndose con las últimas reservas del mundo, no sólo en Africa, también sucede en Asia o Brasil. Si puedo ayudar para difundir esto, bienvenido sea. No es sólo una obligación moral, sino que es muy emocionante también. Se pueden transformar las cosas. Podemos usar los medios de comunicación para proteger estos lugares por más poderoso que sea a quien te enfrentes. En ese sentido, una plataforma web es una avenida perfecta para dar a conocer este mensaje.

–¿Cómo fue que se interesó por este documental en particular?

–Fue por parte de la gente de Netflix y del equipo del documental que sabían de mi interés por cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Virunga es el punto inicial ya que espero poder producir muchas más. Este es uno de los mejores documentales que vi en toda mi vida, es la clásica historia de David contra Goliat. Es gente que está a las puertas de una gran crisis y es un drama muy palpable. Hay corrupción, hay avaricia y eso trae consecuencias. Está perfectamente en línea con lo que yo quiero hacer.

–Se refirió a las obligaciones morales, ¿eso tiene que ver dada su posición?

–Sí, lo es. Desde hace cerca de quince años que trato de mantenerme activo en esta línea. Y las catástrofes, sobre todo las que tienen que ver con el cambio climático, han sido muy evidentes en ese tiempo. Esta historia funciona como un microcosmos de otras mucho más grandes. La exportación de recursos energéticos es un tema que se ve en todas partes. Virunga es el epítome de algo que funciona mal una y otra vez en el mundo.

–Usted ha tenido contacto cercano con gorilas, ¿cómo fue esa experiencia?

–Lo más increíble es que la diferencia de la estructura de su ADN en relación con la nuestra es de un porcentaje pequeñísimo. Son muy poquitos los gorilas que quedan de este género. Han estado por millones de años con nosotros y estamos en un punto de no retorno. La gente cree que si vas a su medio ambiente verás cómo procrean y viven libres, pero no es el caso. La mayoría de los refugios son cerrados, en cautiverio, y sentís la presencia humana todo el tiempo. Así que estos animales viven y dependen de las condiciones de existencia de los países en los que les toca vivir. El hecho de que estén en el Congo es significativo ya que estuvo en crisis durante mucho tiempo, se lo expolió y ahora la crisis ha retornado. Están las corporaciones muy interesadas en hacerse con las riquezas de Africa. Y no es por aquellos que hacen ecoturismo, para que puedan disfrutar de estos lugares majestuosos: hay un montón de motivos más valiosos para que subsistan sin tanto peligro. Virunga es un lugar protegido por la Unesco pero esta empresa petrolera no se preocupa por eso, creo que eso dice bastante de cómo están las cosas.

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