Mié 21.01.2015
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TELEVISION › EL FENóMENO DE LA TELENOVELA LAS MIL Y UNA NOCHES

El rating es una pasión turca

El programa más visto de la TV local vuelve a ser una ficción producida lejos del país. El año pasado fue Avenida Brasil y ahora le toca a Las mil y una noches, que gana cada vez más lugar en la grilla de El Trece. Desde el próximo lunes será emitida a las 22.

› Por Emanuel Respighi

Las latas extranjeras están de moda en la TV argentina. Como una suerte de fenómeno que describe el estado de situación de la pantalla chica local, al igual que ocurrió el año pasado en esta misma época, el programa más visto de la TV local vuelve a ser una ficción producida lejos del país. Si el último año Avenida Brasil marcó con su impresionante audiencia en Telefe un antes y un después en la manera de programar (empezó a las 17 y terminó emitiéndose a las 22, ganándole a ShowMatch en el rating), Las mil y una noches parece ser la consolidación de un gusto por la ficción importada que se renovó entre los televidentes argentinos. Deficiencias de la producción local en el género, o acostumbramiento de la espectación por contenido proveniente de cualquier lugar del mundo a partir de la globalización cultural, Las mil y una noches es el nuevo fenómeno televisivo de la pantalla argentina a menos de tres semanas de haberse estrenado. Como era de esperar en una TV que exprime todo al máximo, la ficción gana cada vez más lugar en la grilla de El Trece: a la repetición de los domingos se agregó el anuncio de que desde el lunes próximo pasará a emitirse a las 22.

El exitoso y acelerado andar de la telenovela turca pareciera no tener freno por estos días: la historia protagonizada por Sherezade y Onur comenzó perdiendo en el rating con su competidora Rastros de mentiras (una lata brasileña) los primeros tres días, para luego remontar la cuesta. Noche tras noche, fue incrementando su audiencia hasta alcanzar el lunes último su pico, con un episodio que midió 18,5 puntos. Para poner en contexto esos números, basta con remarcar que en un horario mucho más competitivo Viudas e hijos del rock & roll midió 13,3 puntos y Rastros de mentiras, 11.

Signo de estos tiempos, al ver cómo paulatinamente pero sin freno la audiencia de Las mil... se incrementaba episodio a episodio, Adrián Suar pensó más como programador que como productor y decidió darle más y mejor espacio a la ficción turca que fue un éxito en cuanto país se emitió. En primer lugar, el domingo último a las 22 probó programando un especial de la ficción con los momentos más destacados de la semana. Ese especial, que no es otra cosa que un eufemismo de repetición del que desde un tiempo a esta parte se valen los canales de TV abierta argentina para extender sus cada vez más esporádicos éxitos, rindió más de lo esperado: con 12,6 puntos fue lo más visto de la jornada. No debe haber muchos antecedentes en los que una repetición de una telenovela con una trama que recién comienza mide más que cualquier otro ciclo de estreno de producción nacional.

La última novedad que trae bajo el brazo Las mil y una noches es el anuncio por parte de El Trece de que empezará a estar en un horario de mayor encendido. Desde el lunes, dejará el horario de las 23 para pasar a ser emitida a las 22, en una jugada que busca engrosar aún más su audiencia. Lo llamativo, en este caso, es que para adelantar Las mil... la emisora atrasará la salida de Noche y día, la ficción de Pol-ka protagonizada por Facundo Arana, Romina Gaetani, Oscar Martínez, Eleonora Wexler y Gabriel Corrado, entre otros. Más allá de que a la producción de Pol-ka no la acompaña la audiencia (promedia alrededor de 10 puntos diarios), priorizar la novela extranjera por sobre la nacional (incluso, propia, porque Suar es accionista de Pol-ka) no deja de ser una jugada riesgosa. Una clara muestra de que en la TV actual manda la audiencia por sobre cualquier otra variable.

¿Qué es lo que hace que una novela turca se haya transformado en un fenómeno veraniego con perspectivas de mantenerse más allá del período estival? A priori, Las mil... cuenta una historia potente, arriesgada, con un disparador dramático complejo que interpela a los televidentes. ¿Qué están dispuestos a hacer para salvarle la vida a un hijo? ¿Es posible que de una propuesta indecente, como lo es pasar la noche con un millonario a cambio de la suma de dinero que la protagonista necesita para la operación de su hijo, pueda surgir un amor verdadero? A partir de esos interrogantes que sobrevuelan la historia, Las mil... se diferencian de los nudos más clásicos del culebrón de este lado del mundo.

Claro que Las mil... es mucho más que un disparador de temática profunda. La primera novela turca que se emite en el país también atrae por un registro actoral que no se parece en nada al latino. Las actuaciones gélidas, mínimas, con una economía de recursos que se apoya preferentemente en las miradas profundas de sus protagonistas, le imprimen cierta hondura encantadora a una historia que no deja de contar la relación de un amor imposible, con sus ayudantes y sus obstáculos. Esa expresividad, seca y contundente, acompaña una trama que abandona la vorágine de acción infinita del culebrón clásico para descansar sobre una narrativa que se desarrolla a ritmo lento. Hay un dato importante para entender ese lenguaje: Las mil... no fue concebida como una telenovela, al punto que en su país de origen se emitió en episodios semanales entre 2006 y 2009, a razón de 60 episodios por año. Como se ve, muy lejos de los 140 episodios que tienen cada una de las temporadas de las telenovelas y tiras diarias argentinas. Un esquema de producción que, evidentemente, hace a la diferencia de calidad entre los productos de ambos países.

La lógica televisiva, de cualquier modo, hace que de la misma manera que a aquellos programas que funcionan se les saque el mayor jugo posible, extendiendo sus emisiones, también se intente contrarrestar el éxito de la competencia con la misma celeridad. Eso bien lo sabe Telefe, cuyos responsables de programación ya están pensando en programar un ciclo que sea capaz de parar el fenómeno de audiencia de Las mil... Al parecer, el as en la manga no será una producción local, sino otra lata producida por O Globo con un viejo conocido como protagonista: la emisora adquirió los derechos de Cuento encantado, la telenovela que catapultó a la fama a Cauá Reymond, el protagonista de Avenida Brasil, la primera novela extranjera que finalizó sus emisiones en vivo con un Luna Park repleto de fans, en mayo del año pasado. Si bien aún no se sabe cuándo se estrenará ni mucho menos en qué horario, no es descabellado pensar que Cuento encantado sea la apuesta de Telefe para contraprogramar y no ceder más audiencia en el prime time. La guerra televisiva de 2015 comenzó a pura “lata”.

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