Los films de Hollywood son exhibidos –a través del cine, DVD, VHS o TV– en más de 150 países de todo el mundo, mientras que los contenidos de TV provenientes de Estados Unidos son difundidos en a lo largo de 125 mercados internacionales. La industria del entretenimiento representa el 4 por ciento de la economía estadounidense. Apenas unos pocos datos que sirven para explicar, entonces, los motivos que llevan a la Motion Pictures Association (la asociación que agrupa a compañías como Buena Vista International, Columbia, Metro-Goldwyn Mayer, Paramount, Fox, Universal y Warner Bros.) a seguir de cerca el andar de la industria del entretenimiento fuera de su frontera, en países como Argentina. Ante la inminencia de la adopción argentina de una norma de TV digital, la asociación organizó una presentación advirtiendo sobre la necesidad de proteger los contenidos audiovisuales de cara al nuevo modelo. No sea cosa que las nuevas tecnologías modifiquen el reparto de la torta...

“Prevención de la piratería en la futura TV digital” fue el título de la charla con la que la asociación estadounidense decidió sentar su posición en relación a la TV digital que en breve aterrizará aquí. Presentando a Internet como una amenaza por la facilidad de acceso, recepción y distribución de contenidos audiovisuales que circulan en forma ilegal, el especialista en TV digital Jim Williams expuso las problemáticas que plantean las nuevas tecnologías en el mercado global. “Para que la TV abierta continúe siendo un medio viable de comunicación también en soporte digital, es necesario que se establezcan paralelamente sistemas de protección de contenidos que eviten su redistribución en forma ilegal por Internet. Sin políticas de protección o regulación adecuadas, la piratería se disemina, el consumidor se transforma en radiodifusor sin licencia y, por ende, el contenido audiovisual se desvaloriza”, explicó Williams.

En base a esa lógica capitalista, el ingeniero explicó que en el contexto de redistribución de contenidos no autorizados vía Internet “se corre el riesgo que el contenido de mayor calidad pase a ser servicio pago y la TV abierta tienda a desaparecer, a no ser que el gobierno interceda regulando la digitalización”. En tal sentido, Williams propuso dos métodos básicos de protección de contenido digital para que el Estado argentino tenga en cuenta: el japonés, en el que la protección (encriptamiento) del contenido se realiza en el origen de la señal; y el sistema que está pendiente de ser aprobado en Estados Unidos, mediante el cual la señalización de derechos se produce en el origen de la señal (sin encriptar) y la aplicación de la protección se produce al momento de la recepción, antes del almacenamiento o reproducción del contenido de parte del consumidor. “Son dos posibles soluciones para enfrentar el desafío digital, que más que grandes inversiones requieren voluntad”, subrayó el ingeniero.