Domingo, 29 de mayo de 2016 | Hoy
TELEVISION › JOSH HARTNETT HABLA DE LA REFORMULACION DE CLASICOS QUE ENSAYA PENNY DREADFUL
En algún momento asomó como figura ideal para los tanques de Hollywood, pero decidió imprimirle un cambio a su carrera. Lejos de títulos como La caída del Halcón Negro, el actor se luce como Ethan Chandler, cazador de monstruos y... hombre lobo.
Por James Rampton *
El encuentro para la entrevista con el actor estadounidense Josh Hartnett se produce en la que debe ser una de las más ridículamente opulentas suites de todo Londres. Ocupando gran parte del último piso de un exclusivo hotel en el Soho, tiene más habitaciones que la mayoría de las casas particulares, con detalles de decoración tan prodigiosos como un par de leopardos tallados en madera a ambos lados del sofá. La suite también exhibe con orgullo una gran ducha con una silla impermeable en el medio, para el caso de que el usuario encuentre demasiado cansador bañarse parado. Hartnett dice que no va a pasar la noche allí, y que nunca en su vida estuvo en una habitación tan grandiosa. “Claramente...”, dice mientras toma asiento en un amplísimo patio que mira al West End, “...¡estoy en el trabajo equivocado!”.
Aunque posee un aspecto cincelado de ídolo de matiné, el actor de 37 años está muy lejos del cliché de Hollywood. Es más cerebral que muscular, más preocupado por la sutileza que por conseguir un pack de seis latas de cerveza. Su carrera muestra a un performer más interesado en películas independientes con cierta inteligencia que en el rendimiento en taquilla. Nacido en St. Paul, Minnesota, Hartnett llamó la atención del público con títulos mayores como Pearl Harbor, La caída del Halcón Negro, 40 días y 40 noches y Sin City. Pero en una movida que sorprendió a muchos en la industria, le dio la espalda a las películas de gran presupuesto para concentrarse en films más provocadores del pensamiento. Como Resurrecting the Champ, una potente película sobre un ex campeón de boxeo caído en desgracia (Samuel L. Jackson) y 7, El número equivocado, de Paul McGuigan, excéntrico drama criminal que llevó a Hartnett a ganar el premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Milán en 2006.
Ahora Hartnett está una vez más llamando la atención con otra pieza poco convencional. Encarna a Ethan Chandler, un tirador de primera convertido en cazador de monstruos en la serie Penny Dreadful. Con producción ejecutiva de Sam Mendes y escrita por John Logan (Skyfall), la serie es una oscura y perturbadora mezcla de varios de los monstruos más aterradores de la literatura victoriana, incluyendo a la criatura de Frankenstein, el Conde Drácula y Dr. Kekyll y Mr. Hyde. El mismo Ethan tiene su lado oscuro: en las noches de luna llena se metamorfosea en hombre lobo.
En un estilo no muy común entre la mayoría de las estrellas de Hollywood, Hartnett tiene un gran sentido de humor, e incluso autocrítico. Cuando se lo felicita por mantenerse fuera de la cinta transportadora de los tanques de la industria, contesta que “es igualmente egoísta, porque ha sido artísticamente gratificante. Siento que he tenido una carrera muy interesante”. De todos modos, “¡no lo suficiente como para costearme esta suite!”, dice con un guiño cómplice. “Fue una decisión consciente, que tomé hace mucho tiempo, de hacer la mayor cantidad posible de trabajos experimentales. Siempre es difícil hacer una película que tenga a la vez el potencial de ser innovadora y tener algún éxito en las boleterías. Por ejemplo, mi próxima película se llama Valley of the Gods. Fue dirigida por el polaco Lech Majewski. Estamos John Malkovich, Charlotte Rampling y yo, haciendo esta película que en realidad no tiene guión. ¿Es algo que vaya a romperme los nervios? No, es algo muy excitante”.
El actor agrega que “siempre me siento atraído por cosas que van a significar algún tipo de experiencia diferente, que me van a hacer pensar de una manera distinta. No siento ninguna presión por hacer que Valley of the Gods sea un éxito de taquilla. Pero ese es el problema con la manera en la que me aproximo a las películas... ¡al menos es lo que le preocupa a mis agentes!”. Entonces, ¿los agentes de Hartnett están constantemente golpeándose la cabeza contra pared, preguntando “¿Qué estás haciendo, por qué te alejás de las pilas de dinero que proporcionan los blockbusters para dedicarte a esas películas artísticas de bajo presupuesto?’”. El actor se ríe: “No, en realidad cambié de agentes, y los nuevos ya saben a qué atenerse”.
Hartnett está casado con la actriz inglesa Tamsin Egerton y tiene una niña pequeña. Y admite que haber tenido una hija lo hizo valorar de otro modo su actitud hacia el trabajo. “Una de las cosas que produce el tener un hijo es que te hace pensar sobre tu situación financiera mucho más que antes. Pensé que podía impedir mi mejor juicio sobre las decisiones artísticas, pero de hecho sigo tomando las mismas opciones. Simplemente hago más de lo que hacía en el pasado. Cuando sos padre, todo se vuelve más práctico. Es un motivador fantástico. Te da un objetivo, un propósito. Definitivamente, en mi mundo actual hay mucho menos margen para mirarse el ombligo”. No conforme con dar el paquete usual de respuestas básicas que suelen poblar las entrevistas con algunas estrellas de Hollywood, Hartnett se muestra más predispuesto a abordar temas que se alejan de lo específico de su trabajo. Como un hombre que vivió veinte años en New York, por ejemplo, lo sabe todo sobre Donald Trump. Y confiesa: “Trump me pone nervioso. En los días recientes, las cinco historias principales del New York Times online eran sobre Trump. Consigue una extraordinaria cantidad de atención. Si en Estados Unidos tuviéramos algo como la BBC, no tendríamos todas esas corporaciones de noticias cuidando los intereses de sus accionistas. Entonces, tendrían menos miedo a perder espectadores debido a una falta de entretenimiento. Si no tuviéramos ese sistema en funcionamiento, un tipo como Trump no tendría la más mínima chance, porque podrías escuchar lo que realmente tiene para decir”. Y agrega: “Trump es un tipo que te da mucho entretenimiento, y ese es el problema. Podrían ser meras noticias si quisieras tomarlo de ese modo, pero no lo es. Es solo entretenimiento. Pero el sistema no reconoce que es esto es solo una TV–reality impulsada por el fervor”.
El actor intenta explicar por qué Trump ha conseguido tanta atracción en el electorado estadounidense. “Hay mucho miedo. Hay un montón de gente que se siente privada de sus derechos y no sienten que tengan una voz en nuestro sistema político. No sé si eso es altamente sintomático del sistema político estadounidense. Hay un sentimiento discordante, y un reconocimiento de que quizás los partidos no están necesariamente en línea con algunas de las personas que votan por ellos”. Entonces, ¿qué sucederá con las elecciones presidenciales en Estados Unidos? “En este momento está todo en el aire, y es atemorizador”, reflexiona. “Estoy asumiendo que cualquiera que se enfrente a Trump –probablemente Hillary Clinton– ganará la presidencia. Entonces podremos mirar atrás, ver todo esto y reírnos. Pero si las cosas suceden de todo modo...” Hartnett puede ser bien recibido en Gran Bretaña: el actor tiene cierta afinidad con ese público. “Lo que aprecio sobre el público inglés es que me puede estar diciendo que me vaya a la mierda y ni siquiera darme cuenta de que me están mandando a la mierda. Al menos de ese modo podés fingir que le gustás a todo el mundo”. Le gusta Londres. “Mi novia es inglesa y mi hija vive allí. Amo Londres, me parece fantástica. He vivido veinte años en New York y creo que Londres es su ciudad hermana, pero es más confortable, con cierto aire más de pueblo. Da gusto vivir allí”.
Eso no quiere decir que Hartnett no extrañe ciertos aspectos de su país natal. Por ejemplo, quedó profundamente conmovido por la muerte de su coterráneo Prince. “Me encontré con él un par de veces, y fue bárbaro. Al haber crecido en las Ciudades Gemelas en los ‘80, no podías no ser fan o no estar al tanto de su influencia. Amo su música, fue un verdadero innovador. Fue también un tipo con mucho coraje, en el modo en que se impuso a sus detractores y también al negocio musical. Para mí, eso es el signo de un verdadero artista. Lo más excitante de ser fan de alguien es cuando toma riesgos”. Pero Hartnett estará de este lado del Atlántico por un tiempo más. Penny Dreadful se filma de Dublin, y las dos primeras temporadas fueron un éxito que generó un público fiel. La audiencia disfruta especialmente el modo en que Logan reinventó varios personajes icónicos de la literatura gótica de la época victoriana. “Esos personajes ya son parte de toda una cultura”, reflexiona el actor. “Nos gusta recrearnos en cosas de las cuales creemos saberlo todo. Empezás con una idea y luego la retorcés. Y estos personajes resistieron el test del tiempo. Creíamos que ya los habíamos entendido, y de pronto aparece un programa como este, que lo reimagina todo, y nos recorre un nuevo entusiasmo”. Por eso, dice, odiaría tener que despedirse ahora de la serie. “Hay un montón de nuevos lugares donde llevar a Ethan. Sería triste darle el beso de despedida. Por supuesto, no lo besaría en una noche de luna llena... ¡lo saludaría a la distancia!”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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