De manera casi inadvertida, con relación a la promoción y expectativa que había generado en su estreno, finalizó ayer la primera temporada de Amas de casa desesperadas, cerrando algunas historias y dejando abiertas muchas otras, a la espera de la secuela que Canal 13 espera estrenar en el segundo semestre. El capítulo final de la versión argentina de la serie estadounidense (que aquí emite Sony) promedió 16,2 puntos de rating, detrás de los 18,3 puntos que marcó el debate de Gran Hermano. A lo largo de sus 23 capítulos, la producción de Pol-ka y Buena Vista Internacional Latin America promedió 18,1 puntos, una cifra que lejos estuvo de posicionarla como un éxito (perdió su competencia con Hermanos y detectives), pero que tampoco la dejó mal parada, considerando que buena parte de sus episodios se emitieron pasada la medianoche y que el horario y el día de emisión de la serie fueron modificados en reiteradas oportunidades. Tal vez sólo bastaba con una adaptación más acorde con las costumbres argentinas.