7-La colina de la deshonra

de Sidney Lumet. Con Sean Connery, Harry Andrews y Ian Bannen.

1965, 123 min. AVH.

Hasta el final –cuando el director se ve obligado a cerrar con demasiada redondez y fijando posición–, este drama bélico de los ’60 es una pieza de cámara tersa y compacta, casi minimalista, y logra no caer en la alegoría. Basada en una obra de teatro (como buena parte del cine de Sidney Lumet), La colina de la deshonra transcurre en una prisión militar británica del norte de Africa, durante la Segunda Guerra. Cuando entre un grupo de nuevos prisioneros traen a un sargento que desobedeció órdenes de atacar (Sean Connery), su colega al mando se propone someterlos a un régimen inhumano, versión militar de la justicia. Tiene tanta testosterona que puede verse como fantasía gay.

6-Los crímenes de Oxford

de Alex de la Iglesia. Con Elijah Word, John Hurt y Leonor Watling.

2008, 107 min. AVH.

Basada en Crímenes imperceptibles, del argentino Guillermo Martínez, la película más reciente del vasco Alex de la Iglesia –actuada por un elenco angloparlante– transcurre en un ambiente más británico que una de James Ivory. Como la novela en que se basa, se trata de un típico policial de ese origen, lo que suele conocerse como whodunit. Irreprochablemente narrada y módicamente entretenida, los debates filosófico-matemático-criminales entre la eminencia de Oxford y su discípulo evocan esos clubes de hombres en los que se charla, se bebe y se fuma. Esta suerte de bridge cinematográfico confirma que sin paella, De la Iglesia no es De la Iglesia.

7-Paula cautiva

de Fernando Ayala. Con Susana Freire, Duilio Marzio y Lautaro Murúa.

1963, 101 min. Emerald.

Ecos del ciclo Torre Nilsson-Beatriz Guido resuenan en este film de Fernando Ayala sobre relato de la autora, que contó con su participación en el guión. Heredera de una decadente familia de terratenientes, para ganarse la vida la protagonista trabaja como call girl, mientras su abuelo alquila la tumba familiar de Recoleta a poligrillos de clase media, y brinda shows pseudofolklóricos para turistas. Por más que el costado satírico se vea atenuado por una love story con un ejecutivo emigrado, y a la vez engrosado por algunos comentarios visuales demasiado burdos, la cosa sigue teniendo su filo. Además de asombrosas referencias a la política del momento, con Frondizi jaqueado por los militares.

6-Cita a ciegas

de James Keach. Con Chris Pine, Frank Gerrish y Dee Macaluso.

2006, 95 min. Transeuropa.

Desde el comienzo, cuando el propio protagonista se ríe de su condición de ciego, mientras en un flashback se lo ve estampándose contra un árbol en su más tierna infancia, hay un feeling-hermanos Farrelly en esta película dirigida por James Keach (hermano de Stacy y uno de los protagonistas del western Cabalgata infernal). Como en las películas de los hermanos, la burla al discapacitado funciona aquí como modo de ponerlo a la altura de cualquiera. Pero Cita a ciegas no termina de decidirse entre la comedia romántica, la sexual y el melodrama, navegando a medias entre todas ellas. El que mejor parece haber entendido el asunto es el protagonista, Chris Pine, que mantiene la cosa a flote.