8-Planet Terror,

de Robert Rodríguez. Con Rose McGowan, Freddy Rodríguez y Bruce Willis.

2007, 105 min. AVH.

Con gran sentido de la oportunidad se edita Planet Terror, la mitad-Robert Rodríguez del proyecto Grindhouse, doble programa que se completa con la de Tarantino recién estrenada, A prueba de muerte. Planteadas ambas como homenaje al más berreta cine de género de los años ’70, Planet Terror es una de zombis contaminados y purulentos. Sí, un asco. Uno de esos ascos gozables que ya no se hacen, y que el realizador tex-mex lleva aquí a un estado de exaltación cinéfila frenética, de una bulimia que, como los propios zombis, nunca deja de estallar. Llena de derivaciones, citas y homenajes, lo bueno es que con todo eso Rodríguez construye algo nuevo e inconfundiblemente propio.

7-El gran golpe,

de Roger Donaldson. Con Jason Statham y Saffron Burrows.

2008, 111 min. Transeuropa.

Hablando de cine de género, El gran golpe confirma que modelos aparentemente perimidos pueden seguir funcionando perfectamente bien, cuando se los recicla con gusto, criterio y convicción. En este caso, la película de robo, narrada con sobriedad y funcionalidad típicamente británicas (aunque dirigida por un australiano, Roger Donaldson). Inspirada en el más famoso asalto bancario de la historia de Inglaterra, a la manera de los clásicos del género, El gran golpe narra la preparación y ejecución del robo, con abundancia de subtramas y personajes, sin la menor concesión a la ironía o el cancherismo y con la suficiente generosidad como para convertir en ganadores a un grupo de losers.

7-Disco,

de Fabien Onteniente. Con Franck Dubosc, Gérard Depardieu y Emmanuelle Béart.

2008, 103 min. AVH.

Para seguir con perdedores que ganan, qué mejor que esta comedia popular francesa (tan popular que en su país llevó a dos millones y medio de espectadores). Como sucede en El gran golpe, Disco no mira a sus personajes desde arriba sino a la misma altura. En este caso, un grupo de disco dance de provincia, que un cuarto de siglo más tarde decide reunirse como escapatoria a la vida de mierda que llevan. Los tipos son unos grasas irrefrenables y la película también: eso la hace auténtica. Filmada sin la menor sutileza, actuada por momentos a los gritos, Disco sabe construir unos personajes entrañables, aun cuando sean miserables (el manager de Depardieu). Cine antitilingo por excelencia.

6-El baño del Papa,

de C. Charlone y E. Fernández. Con César Troncoso y Virginia Méndez.

2007, 90 min. SBP.

Y siguen los perdedores. Pero esta vez aflora, al final, esa autosuficiencia con que cineastas de clase media contemplan, a veces, la mala suerte de sus criaturas. En este caso, pobladores de Melo, Uruguay, hasta donde –en diciembre de 1988– llegó Juan Pablo II, como parte de su gira sudamericana. Con el contrabando hormiga como única fuente de ingresos, al enterarse de que el Papa va a pasar por ahí, la gente del lugar decide poner unos puestitos de comida. En el caso del protagonista, no precisamente de comida, ya que piensa instalar un baño. Que no se idealice al Papa ni a los pobres es un punto a favor. Otro, la visceral interpretación de César Troncoso, una revelación.