Sábado, 11 de julio de 2009 | Hoy
VIDEO
9-Entre los muros,
De Laurent Cantet. Con François Bégaudeau, Franck Keïta y E. Ouertani.
2008, 128 min. Transeuropa.
Como ya lo había hecho en Recursos humanos (ver Play), Laurent Cantet revitaliza el realismo cinematográfico y el cine social y político, borrando las fronteras entre ficción y documental y planteando puras preguntas, alrededor de temas cruciales. En esta ocasión no se trata de las relaciones de clase en el ámbito laboral, sino de la educación en una sociedad multirracial. Cantet puso a un docente, alumnos y autoridades escolares a hacer de sí mismos, poniendo en escena las tensiones entre el funcionamiento democrático, la conflictividad grupal, las limitaciones humanas y los brotes de intolerancia, que pueden surgir aun en un marco de impecables intenciones. Lo hace con tal vividez y carga de verdad, que la experiencia se vive con una intensidad y compromiso que el cine no suele generar.
7-Música en espera,
de Hernán Goldfrid. Con Daniel Peretti, Natalia Oreiro y Norma Aleandro.
2009, 106 min. AVH.
Música en espera es una película inesperada. No es un tonto juego de palabras, sino la más estricta verdad. Inesperada, porque la trifecta Peretti-Oreiro-Aleandro daba para pensar en cine industrial, en el sentido más mercantil del género. Y resultó un producto hecho por cinéfilos (el director, Hernán Goldfrid, y el coguionista, Patricio Vega), dispuestos a hacer una de Howard Hawks en Argentina. Como en una screwball comedy de los ’40, el azar une a una chica en problemas con un chico en problemas. Ella tiene una panza de ocho meses, un novio que la dejó y una mamá prejuiciosa, que viene a visitarla sin saber nada de todo eso. El necesita “robar” urgentemente una musiquita grabada, para cobrar un trabajo. El resto es timing, velocidad, fluidez e inteligencia. Cine industrial, en el buen sentido.
7-Rebobinados,
de Michel Gondry. Con Jack Black, Mos Def y Danny Glover.
2008, 102 min. Plus Video.
El gusto de Michel Gondry por la imaginación en envase casero (los dispositivos de memoria en Eterno resplandor..., las proyecciones imaginarias de Soñando despierto) alcanza aquí una de sus expresiones más ajustadas. En su disparatado intento de sabotear una planta de energía, el anarco salvaje de Jack Black sufre una descarga y queda magnetizado, desmagnetizando a su vez (es decir, borrando) los VHS de un videoclub analógico-barrial, atendido por ese perfecto slacker morocho que es Mos Def. La solución que ambos adoptan es un canto al Hágalo Usted Mismo, en su versión más irresistiblemente berreta: refilmar las superproducciones de Hollywood en el patio, con una camarita de video y efectos especiales hechos a mano. Un encanto de peliculita, casi tan casera como las del dúo Jack & Mos.
8-El príncipe de las tinieblas,
de John Carpenter. Con Donald Pleasence y Victor Wong.
1987, 102 min. Plus Video.
Hablando de berreta... A mediados de los ’80, el ocasional interés de John Carpenter por la física cuántica y una más permanente fascinación por el Mal daban por resultado una cápsula y un líquido verde, que una secta católica secreta mantuvo guardados durante centurias en una iglesia neoyorquina. Se trata de... ¡el hijo del demonio, tratando de salir! ¡Tomá, Código Da Vinci! Sumándole zombies alla George Romero, actores horribles (más el gran Donald Pleasence), sueños en video, una capacidad de contagio demoníaco que otra que la gripe A y una iglesia maligna llamada ¡San Godard!, Carpenter demuestra que el miedo y cualquier otra emoción no son cuestión de guión ni de efectos especiales, sino de puesta en escena. Una clase magistral de gramática cinematográfica... y de cómo dar miedo casi con nada.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.