8-Scarface

de Howard Hawks. Con Paul Muni y Ann Dvorak.

1932, 90 min. AVH, Colecc. Cine de suspenso.

Aunque no del todo característica del estilo de Howard Hawks (que a comienzos de los años ’30 aún parecía buscarse a sí mismo), Scarface no deja de ser un clásico del cine de gangsters, manteniendo aún hoy la vivacidad y modernidad propias del realizador. Hawks y su guionista Ben Hecht pintan al protagonista como fuerza infantil que quiere todo ya, ya sea una ametralladora, una chica o el poder absoluto. Habida cuenta de la batalla que el estado libraba contra el gangsterismo, la censura oficial impuso cierta bajada de línea en algunos diálogos y unos carteles iniciales. Pero se distrajo ante el deseo incestuoso que el protagonista siente por su hermana. Efectivos toques cómicos llevan, sí, la marca Hawks en el orillo.

6-Jardines en otoño

de Otar Iosseliani. Con Séverin Blanchet y Michel Piccoli.

2006, 115 min. Transeuropa.

En la anterior Hogar, dulce hogar, el georgiano Otar Iosseliani dejaba demostrado que darse el gusto es la bandera de su cine. Si en aquélla se jugaba a una feliz convivencia entre grandes burgueses y lúmpenes, aquí se trata de un ministro que, al ser despedido de su puesto, halla bien lejos de palacios y gabinetes los verdaderos placeres de la vida. ¿Hippismo senil? Antes bien delectación despreocupada, ejercicio soberano del capricho, como lo demuestra una cámara siempre excesivamente distante de sus personajes. Así como la idea, abstrusa y deliciosa, de darle a Michel Piccoli el papel de... mamá del protagonista. Claro que patinar en círculos cinematográficos durante dos horas puede no ser suficiente para mantener el interés.

7-Código de familia

de Gavin O’Connor. Con Edward Norton, Colin Farrell y Jon Voight.

2008, 132 min. AVH.

Quien no pueda concebir la existencia de agentes de la ley movidos por su sentido del honor se las verá negras con esta suerte de tragedia griega traspuesta a la Nueva York contemporánea, en la que la familia de Agamenón deviene clan policial. Jon Voight es el pater familias mítico, en los hechos bastante más siniestro de lo que parece. Edward Norton, el hijo pródigo, rechazado por los suyos pero destinado a salvar el honor familiar, y Colin Farrell la manzana podrida. No hay guerras púnicas sino batallas por el control del narcotráfico, de las que la policía también participa. Más allá de lo ideológico, Código de familia está narrada y actuada con una intensidad que en ocasiones se vuelve sanguínea. Literalmente.

7-Bernard & Doris

de Bob Balaban. Con Susan Sarandon y Ralph Fiennes.

2008, 103 min. AVH.

Este telefilm recrea la relación que la heredera de una fortuna interminable sostuvo durante largos años con su mayordomo gay. Ella es caprichosa, malcriada, promiscua y lo suficientemente excéntrica como para emborracharse y fumar porro con el mayordomo. El es irlandés, borrachín, ligeramente envarado, y viene de servir a las órdenes de Liz Taylor y Peggy Lee. Ella es Susan Sarandon, que no pierde una pizca de atractivo. El es Ralph Fiennes, que jamás lo tuvo. Pero, con una mano en el corazón, ¿alguien soñó alguna vez con ver al paciente inglés con rímel, aros y vestido de fiesta? Bernard & Doris debe todo su charme a la cálida complicidad con que asiste a esta relación de ama/esclavo, amigos íntimos y (casi) amantes.