8-El primer día del resto...,

de Arnaud Desplechin. Con Catherine Deneuve, Mathieu Amalric y Anne Consigny. 2008, 146 min. AVH.

Después de Reyes y reina, Arnaud Desplechin continúa su discurso sobre la familia como compulsión, narrando lo trágico como comedia brillante y lo cómico como drama bergmaniano. La enfermedad corre ahora por la sangre, literalmente, con la mater familiae (Catherine Deneuve) en estado terminal, exigiendo de alguno de sus hijos un trasplante de médula ósea. La muerte del primogénito, consecuencia de la misma enfermedad, pesa sobre los Vuillard como espada de Damocles. Pero a no confundir El primer día del resto de nuestras vidas con un funeral cinematográfico. Desplechin no es González Iñárritu. Aquí las peores noticias se comunican como chistes y los chistes se lanzan como puñales. Todo, en plena cena de Navidad, como para desacralizarla del todo.

8-Bellamy,

de Claude Chabrol. Con Gérard Depardieu, Jacques Gamblin y Marie Bunuel.

2009, 110 min. Transeuropa.

Si alguien tiene alguna duda de que Chabrol es uno de los grandes Maestros Constructores del cine contemporáneo, Bellamy es la más apabullante comprobación. Dedicada a “los dos Georges” (Simenon y Brassens) y mucho menos misantrópica que el grueso de su obra, el Chabrol más reciente se abre y se cierra como un círculo perfecto. Prueba del grado de control que el demiurgo tiene sobre el relato. Este funciona como un infinito juego de espejos. En el centro, el inspector de policía que interpreta Depardieu. A su alrededor, reflejos cambiantes: un posible criminal capaz de todo por amor, un medio hermano que parece Caín y tal vez sea Abel, una esposa perfecta que quizá no lo sea tanto. En el centro, ¿el investigador o el culpable?

7-Monstruos vs. Aliens,

de Rob Letterman y Conrad Vernon.

2009, 94 min. AVH.

“¡Necesitamos monstruos!”, grita, desesperado, el Presidente de la Nación, cuando se entera de que seres de otro planeta vienen a conquistar los Estados Unidos. O sea, la Tierra. Los monstruos que se requieren para asustar a los aliens y devolverlos a su maldito planeta son, entre otros, una mujer agigantada, una masa gelatinosa y descerebrada, un científico loco que mutó a cucaracha humana y el Insectosaurio, larva del tamaño de un rascacielos. La batalla está por comenzar. Cuando termine, ¡a liberar París! Junto con Lluvia de hamburguesas, Monstruos vs. Aliens representa la avanzada de un cine de animación radicalmente anti Disney, en tanto la única ideología que se quiere inocular es la del más desenfrenado disparate.

7-El grito,

de Michelangelo Antonioni. Con Steve Cochran, Alida Valli y Betsy Blair.

1957, 105 min. Epoca.

En este Antonioni temprano afloran ya algunas de sus características distintivas: la deriva e inestabilidad narrativas, la deliberada impasibilidad del autor. En efecto dominó, el tema, la historia y hasta los protagonistas de El grito cambian casi a cada secuencia. A una mujer (Alida Valli) le comunican que su marido acaba de morir en el extranjero. La mujer tiene un amante (el estadounidense Steve Cochran) y todo parece servido para que finalmente convivan sin culpas. Pero ella revela tener un segundo amante, motivo por el cual él, italiano al fin, le pega unas cuantas bofetadas y parte en busca de otra mujer y en compañía de su hija. Una road movie existencial, en la que si no hay respuestas, es porque tampoco hay preguntas.