7-Aaltra,

de Benoît Delépine y Gustave Kervern. Con B. Delépine y G. Kervern.

2004, 92 min. Veramarx.

Cuando se estrenó en cines argentinos pasó bastante inadvertida la ópera prima de la dupla belga Delépine & Kervern, que escriben, dirigen y actúan. Típico exponente de lo que da en llamarse deadpan comedy o comedia hierática, en Aaltra la comicidad se libra a cara de piedra, sin gestos y prácticamente sin palabras. Versión negra de Laurel & Hardy, el flaco Benoît Delépine y el gordo Gustave Kervern hacen aquí de dos vecinos largamente enemistados, que al quedar discapacitados se amigan. Lo siguiente es atravesar Europa en silla de ruedas para reclamar satisfacción al responsable de su postración, que no es otro que Aki Kaurismäki. A modo de bonus, esta edición incluye Lapsus, un corto buenísimo del argentino Juan Pablo Zaramella.

6-La ciudad de la violencia,

de Ryoo Seung-wan. Con Jeong Du-hong y Ryoo Seung-wan .

2006, 92 min. Emerald.

Realizador de las estimadas Arahan y Crying Fist, el coreano Ryoo Seung–wan pisa aquí la huella de los films de gangsters de John Woo. El grupo de amigos juramentados, el pasado como edad de oro y la traición o fidelidad a ese legado son componentes esenciales de una fórmula que aquí se tensa entre un policía de Seúl –que regresa al pueblo de la infancia para enterrar al amigo asesinado– y el que se convirtió en mafioso sin escrúpulos. Entre ambos, el resto del grupo oscila entre el silencio cómplice y el deseo de recuperar el honor perdido. Desde ya que todo esto se ve puntuado por enfrentamientos masivos acrobáticos, balísticos e hiperkinéticos. Si no fuera por el déjà vu, La ciudad de la violencia no estaría mal.