Desde ayer y hasta fines de mayo, Kino Palais dedica su programación al rescate de la obra de Helmut Käutner, uno de los escasos realizadores alemanes que lograron mantener la dignidad profesional bajo el nazismo, continuando su carrera tras la caída del Tercer Reich. Nacido en 1908 y fallecido en 1980, tras el fin de la guerra, Käutner alcanzó su mayor repercusión internacional, con películas como El resto es silencio, Un vaso de agua y La pelirroja (todas ellas exhibidas en distintas ediciones del Festival de Berlín, entre fines de los ’50 y comienzos de los ’60), pero sobre todo con El último puente, premiada en Cannes en 1954. Auspiciado por el Instituto Goethe, el ciclo que Kino Palais dedica ahora a Helmut Käutner hace foco sobre todo en su obra durante el nazismo, sin duda su período más difícil. Hoy y el viernes 13 de mayo se verá Romanza en bemol, melodrama intimista de 1943, que el célebre historiador Georges Sadoul consideró “el único film de valor artístico rodado en Alemania durante el período hitleriano”. Mañana y el sábado 14 de mayo será el turno de Gran Libertad Nº 7 (1944), historia de amor con toques surrealistas, mientras que el viernes próximo y el domingo 15 de mayo se exhibirá Bajo los puentes (1945), love story filmada bajo los bombardeos aliados, y el domingo 8 de mayo, ¡Adiós, Francisca! (1941), cuyas escenas finales fueron remontadas por Joseph Goebbels. El ciclo se cierra con En aquellos días (1947), que se exhibe el sábado que viene y el viernes 20 de mayo; El último puente, la película más célebre de Käutner (1954), historia de amor entre enemigos durante la Segunda Guerra (viernes 6 y sábado 21 de mayo); y Cielo sin estrellas (1955), ubicada en tiempos de Guerra Fría (sábado 7 y domingo 22 de mayo). Todas las funciones se realizan en el Palais de Glace (Posadas 1725) a las 18, en idioma original con subtítulos, y la entrada es libre y gratuita.