¿Qué es lo que lleva a que un programa se convierta en un “clásico” de la TV? La pregunta, probablemente, albergue varias respuestas. Hay quienes dicen que la perdurabilidad en pantalla es el valor principal, ortorgándole al status una explicación meramente cuantitativa. Otros sostienen, en cambio, que no es tanto la cantidad de tiempo que una serie se mantiene al aire la que la hace “clásica”, sino más bien su vigencia pese al paso de los años. Y los más osados creen que estos dos motivos son necesarios, pero no suficientes, agregando que la etiqueta de “clásico” puede ser digna de ser merecida cuando los espectadores pueden ver una y mil veces los mismos capítulos, incluso sabérselos de memoria, y aun así seguir riendo, llorando o tensionándose con la trama. No hay duda de que, como pocos ciclos televisivos, Los Simpson logran cumplir ampliamente con cada uno de estos parámetros. Y como todo “clásico”, las aventuras de la familia amarilla merecen tener un lugar en la videoteca (o “dvdeoteca”, para ser más exactos en los tiempos que corren). Nada mejor que hacerlo con el segundo DVD de la serie “Los Simpson Clásicos”, que Página/12 ofrece desde mañana con el diario.

Secretos oscuros de Los Simpsons es el título del segundo DVD de la colección de cuatro que el diario distribuye en entregas mensuales. Una excelente manera para tener a mano toda la ironía, el humor y el sarcasmo de la familia estadounidense más divertida, absurda y conocida del mundo, sin depender del azar del zapping o del criterio de programación de Fox o Telefé. Los 386 episodios emitidos en más de 100 países a lo largo de sus 18 temporadas, período en que ganó 21 premios Emmy, hacen de Los Simpsons no sólo el dibujo animado más longevo, sino también uno de los productos audiovisuales más vistos y reconocidos de la historia. No por casualidad Matt Groening, el creador de Homero, Bart & Co., ya firmó contrato con la Fox para no sólo continuar por varios años más con el ciclo, sino también para llevar a los habitantes de Springfield a la pantalla grande, estreno previsto para el 27 de julio próximo en Estados Unidos. Como para mostrar la dimensión del programa, vale contar que actualmente hay 19 ciudades de nombre Springfield en Estados Unidos que se están disputando el lugar para la realización de la avant-première de la película.

Con estos antecedentes, sólo basta agregar que los cuatro episodios contenidos en Secretos oscuros de Los Simpsons permite al público argentino fanático de la serie tener la posibilidad de ver los capítulos en español, pero también en idioma original (inglés) y en portugués. Toda una rareza para esta parte del planeta, que sirve para comprobar lo importante que fue para intensificar el fenómeno de Los Simpsons en estas pampas el doblaje al español realizado por los actores mexicanos.

El DVD de colección cuenta con tres de esos insuperables episodios en los que Homero es el protagonista central de la historia, garantizando más de un exabrupto que indudablemente conducen a un único camino: la carcajada. “Homero, al máximo” cuenta la revolución que produce entre Homero y los habitantes de Springfield el estreno en la TV de Los polis policías, una serie en el que uno de los detectives se llama... ¡Homero Simpson! Las mieles de poseer el mismo nombre que el del personaje de la serie sensación pronto terminan, cuando el Homero televisivo pasa a ser tan patético como el original, produciendo que la admiración inicial hacia Homero se convierta en burla contante y sonante hacia su persona. Por tal motivo, Homero se cambia el nombre por Max Power y comienza a codearse con la crème de la crème de Springfield... hasta que sus torpezas lo vuelvan a posicionar en su mediocre vida.

Pero para males de Homero y buenas del público, el episodio “Los expedientes de Springfield” vuelve a posar su mirada sobre el padre de Lisa, Bart y Maggie. Aquí, su desgracia recae en que tras una borrachera de viernes por la noche, Homero dice haberse topado con un extraterrestre. Obviamente, ni su familia ni sus amigos le creen, hasta que Mulder y Scully (la legendaria dupla de Los expedientes X) toman las riendas del caso y descubren a la “criatura”. Claro que ninguna de estas situaciones fue más engorrosa para el torpe operario de la planta nuclear como la que se describe en “Homero, el malo”, el cuarto episodio de la colección, en el que Homero es acusado por la niñera de Maggie de acoso sexual y pierde la poca dignidad que le quedaba en Springfield. Será Willie, a través de un video, quien revelará que en realidad Homero no quiso abusar de la niñera, sino que sólo le tocó la cola para quitarle una golosina que tenía pegada en el pantalón.

Casi como para reforzar la oposición que en Los Simpson existe entre la torpeza del padre y la inteligencia de la hija, en “Lisa, la iconoclasta” –el tercer especial en orden de aparición– se narra la indiferencia que sufre Lisa cuando durante el bicentenario de Springfield descubre que el fundador del pueblo no era un héroe tan intachable como los libros de estudios y las reseñas históricas mencionaban. Obviamente, nadie cree el “hallazgo” de Lisa. A excepción de Homero, claro, que todo lo cree.