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Jueves, 27 de diciembre de 2007

VIDEO › EL OCASO DEL “RENTAL”

Una temporada con cartas diferentes

El parque de reproductoras de DVD crece, pero los alquileres siguen cayendo: un signo de tiempos dominados por la piratería, en los que, sin embargo, queda algún margen para nuevas formas de consumo audiovisual.

 Por Horacio Bernades

Unos años atrás, Blockbuster supo ser la más poderosa cadena de video en Argentina. Hoy en día, sus menguadas sucursales ofrecen, además de alquiler y venta de devedés, golosinas surtidas, en exhibidores colocados cerca de la entrada. Puede ser que quien esté al tanto de las dificultades que atraviesa el rubro entrevea, en esa diversificación depreciada, una radiografía del estado actual del negocio. Sería una suposición errónea: si esa cadena está en el estado en que está, no es tanto por el rumbo del negocio como por problemas propios, que son de arrastre. Y ni siquiera son exclusividad de las sucursales locales, sino que provienen de la casa matriz, en Estados Unidos.

Algo parecido sucede con el negocio del video en general. No es que en 2007 haya ido para atrás solamente en Argentina: el retroceso es un fenómeno mundial, y las razones son bien conocidas. Cualquier hijo de vecino con un mínimo de entrenamiento puede bajar películas de Internet en un rato. Y si no puede, las compra en la calle o a algún cyberdealer por menos de 10 pesos. Teniendo en cuenta que un alquiler cuesta poco menos que eso, se entiende que a lo largo del año el mercado del rental haya caído entre un 10 y un 15 por ciento, en comparación con la temporada anterior. Y eso que el parque de reproductoras de DVD crece y se expande, a favor de la incesante baja de los precios de venta. Si a fines del 2006 las cifras cantaban un parque de cuatro millones de equipos en las casas de familia, al día de hoy se calcula que ya hay un millón más. Lo cual representa entre un 20 y un 30 por ciento de crecimiento con respecto al año pasado.

Y sin embargo se alquilan menos DVD. La conclusión es obvia: toda esa pérdida del comercio legal se la lleva el ilegal, que al día de hoy se evalúa en un 70 por ciento del total. Eso en las estimaciones más optimistas. Las más negras elevan ese porcentaje exponencialmente, hasta el extremo de asegurar que el mercado paralelo multiplicaría varias veces las dimensiones del oficial. Si el negocio no está peor es gracias a que finalmente la costumbre de comprar devedés parece abrirse paso en Argentina, después de años y años de indiferencia. Gracias a la multiplicación de la oferta, sobre todo de clásicos, ediciones especiales de rechupete y series de televisión presentadas con muy buen packaging, buena parte del público ha comenzado a construir su devedeteca personal, destinando a ello periódicos dinerillos. Las editoras que apostaron sistemáticamente a lanzar más y más colecciones, vía kioscos de revistas y a precios de venta más bajos que la media, lograron sacarle muy buen jugo a este visible crecimiento en el hábito de comprar.

Dentro de esa oferta de colección que a esta altura ya es un clásico del rubro, de lo que se editó a lo largo del año no pueden dejar de destacarse los packs dedicados a la obra de Lisandro Alonso (lanzado por el Malba y SBP) y a la llamada “trilogía de Ituzaingó” de Raúl Perrone (791/ Gativideo). Así como las ediciones especiales, recargadas de extras, de esos superclásicos de los ’70 que son Taxi Driver y Encuentros cercanos del tercer tipo (en ambos casos a cargo de LK–Tel). La edición especial de Terciopelo azul (Gativideo) fue otro hito. Para no hablar del lanzamiento de la mítica Dont Look Back, rodaje que el legendario D. A. Pennebaker hizo de la gira británica de Bob Dylan en 1965 (editada por Sony–BMG). O de las seis películas de Jim Jarmusch que lanzó AVH y que incluyeron las inéditas Vacaciones permanentes, Mystery Train y Dead Man. Por su parte, el cada vez más abultado rubro “series de TV” alcanzó, con el lanzamiento del superboxset de Seinfeld (las nueve temporadas, en una caja compuesta de... ¡36 discos!), una cota histórica.

Directas a DVD hubo un montón a lo largo del año, y muchas –la mayoría, editadas por AVH y SBP/Transeuropa– fueron verdaderos boccati di cardenale. The Last Days, inédita de Gus Van Sant sobre los últimos días de Kurt Cobain; Neil Young, Heart of Gold, registro de los recitales de presentación de A Prairie Wind, a cargo de Jonathan Demme; Una mirada a la oscuridad, de Richard Linklater, sobre relato de Philip Dick; Una tragedia americana, documental de cuatro horas de Spike Lee sobre la tragedia del Katrina; Deslizando a la gloria, con el genial Will Ferrell, e Intriga en Berlín, inédita de Steven Soderbergh con George Clooney y Cate Blanchett, fueron las princesas de AVH. El cuadro de honor de SBP/Transeuropa se compuso de Calles violentas, ópera prima de Wong Kar–wai; Memorias de un asesino, de Bong Joon–ho (el director de la extraordinaria The Host); Nueve canciones, de Michael Winterbottom; La ciudad está tranquila, de Robert Guédiguian, y la serie Maestros del horror, que presentó hasta el momento episodios dirigidos por John Carpenter, Dario Argento y Stuart Gordon.

Con las ediciones de Ricky Bobby, loco por la velocidad (otra maravilla con Ferrell), The Proposition (western australiano, escrito por Nick Cave) y Paprika (animación japonesa de punta, firmada por Satoshi Kon), LK-Tel también dijo presente, a la hora de compilar lo mejor del directo–a–DVD del año. Las novedades que las editoras anuncian para el 2008 permiten anticipar que el año próximo se podrá disfrutar de perlas semejantes. Mientras, en cada casa crece la devedeteca personal. Siempre y cuando la piratería no termine por mandar el negocio al demonio, claro.

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The Last Days, de Gus Van Sant, fue directo a video.
 
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