VIDEO
Lanzamientos
7- MACHUCA, de Andrés Wood. Con Matías Quer, Ariel Mateluna y Manuela Martelli.
2004, 110 min. Transeuropa.
Es una lástima que el público local le haya dado la espalda a este film chileno, uno de los grandes éxitos de público en su país, que logra narrar los últimos días del Chile de Allende en el marco de un relato de iniciación adolescente. Lo hace sin caer en complacencias, esquematismos ni oportunismos. Ahora que sale en video es la ocasión de ponerse al día con la película de Andrés Wood, relato de amistad entre un chico de clase media y un “roto”, como les decían a los pobres del otro lado de los Andes. Entre ellos, la magnética Manuela Martelli (que también se luce en Como un avión estrellado, otra muy buena película que el público no quiso ir a ver), y una de las escenas más hot del cine reciente, con besos de lengua y leche condensada. El ojo para el detalle de época completa los atractivos de Machuca.
7- LUCES ROJAS,
de Cédric Kahn. Con Jean-Pierre Darroussin y Carole Bouquet.
2004, 105 min. Transeuropa.
Como otros relatos del belga George Simenon (ver El gato, de los años ’70), Luces rojas narra la brutal pérdida del amor entre los miembros de un matrimonio. Una de las virtudes características del inventor de Maigret era la fluidez con que lograba anudar la crónica realista con el relato policial, algo que el realizador francés Cédric Kahn da la sensación de haber captado al pie de la letra. Luces rojas funciona en ambos terrenos, con el matrimonio integrado por Jean-Pierre Darroussin y una avinagrada Carole Bouquet saliendo de vacaciones, pero encontrándose en la ruta con el infierno propio y ajeno. Todo puede ser visto como una fantasía pesadillesca imaginada por el protagonista. Esto podría justificar también un final que de otro modo resultaría insoportablemente complaciente.
5- LA CIUDAD DEL PECADO,
de F. Miller y R. Rodríguez. Con M. Rourke, J. Alba y B. Murphy.
2005, 124 min. Gativideo.
¿De qué vale hacer una película igualita a un comic, si en el proceso pierde sus cualidades cinematográficas? Preocupados porque cada encuadre pareciera un cuadrito, el historietista Frank Miller y el salvajemente sobrevalorado Robert Rodríguez hacen posar a sus actores y actrices, invierten grandes cantidades de tiempo, esfuerzo y dinero en “pintar” los fondos digitalmente ... y se olvidan olímpicamente de darles a sus figuritas alguna dinámica, cierta levedad, un cachito de sentido del humor. Todas ellas, cualidades que bien pueden identificarse con los buenos comics. Tal vez se trate de que Sin City no era buena ni siquiera cuando el propio Miller la creó para el papel, convirtiendo en cliché el rico mundo del policial negro. Casi lo único rescatable es el personaje de Mickey Rourke, inhumanamente humano.
6- LA BALADA DE JACK & ROSE,
de R. Miller. Con D. Day Lewis, C. Belle y C. Kenner.
2005, 112 min. AVH.
Rebecca Miller, hija de Henry Miller, se da el gusto de filmar a su marido Daniel Day Lewis, en el papel de un ex hippie que intenta resistir el avance de un consorcio urbanizador. Aferrado a aquellos tiempos en los que vivía en comunidad, después de haber enviudado este hijo de ricos mantiene una relación peligrosamente estrecha con su propia hija. Que a la vez se inicia sexualmente con un invitado, posible rival de papá. Con elementos de tragedia clásica pero sin su pathos, lo más interesante de La balada de Jack & Rose es la ambigua mirada que lanza sobre un personaje que, según como se lo mire, puede ser un lírico, un reaccionario, un egoísta o un perverso. Menos interesante es la mirada que Miller tiene sobre Lewis, dándole bandera verde para componer como en un escenario.