Durante la conferencia de prensa de la programación del X Bafici, su director Sergio Wolf se refirió a los directores ausentes del Nuevo Cine Argentino. De hecho, la presentación de Mundo grúa en el primer Bafici de 1999 sirvió como plataforma para el resto de sus producciones.

–¿Se sintió aludido por la declaración de Wolf?

–Relativamente. Mis películas en estos años estuvieron terminadas después del Bafici: El bonaerense terminó en mayo, Familia rodante terminó en junio y nunca me invitaron a pasarla el año siguiente porque había tenido estreno comercial. Pero siempre que pude participar, lo hice, con Naikor, con Géminis de Albertina Carri, con Perrone, con documentales. Me parece injusto ese reclamo, no del todo correcto. En un momento tuve la posibilidad de que pasaran la película en la apertura, pero por cuestiones de contrato no se podía. Si una película aspira a un festival internacional no puede ser presentada en otro, hay ciertas cosas que van más allá de la voluntad individual. Con el Bafici siento que siempre que pude estar, fui. Y si el festival tiene ganas de pasar las películas soy feliz. Pero siempre mis pelis fueron terminadas después, y quedaron en un espacio intermedio. También podría pensarse que teniendo en cuenta que tantos años hay pelis que no pueden participar en el Bafici porque piensan en Cannes, ¿por qué no pensar en el Bafici después de Cannes? Hay cosas que se pueden analizar teniendo en cuenta que muchos de los directores que salimos de ahí empezamos a tener compromisos, y son las reglas del juego.