Por estos días se estrena también Full Rattle Battle, un documental de Tony Gerber y Jesse Moss que en vez de apostar por la clave dramática para revisitar una historia real, se ocupa de documentar cómo se trabaja en un campo de entrenamiento que el ejército estadounidense ha montado en el desierto de Mojave, en California. Entre aldeas truchas que imitan a las de la Mesopotamia, las fuerzas armadas de Bush han metido a dos mil actores –incluidos varios iraquíes exiliados– para que actúen, hablen y reaccionen como si estuvieran allá. “Lo gracioso –comentan los directores del film– es que si te acercás un poco a las casas se nota de que muchos de los utensilios fueron comprados en el supermercado de la esquina.”