Guillermo Averbuj, director ejecutivo de Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (adva.com.ar), certifica que por estos pagos hay programadores que pegan hits como Regnum o trabajan para grandes empresas, y también cultores de una senda más bohemia. “Más allá de esa clasificación, uno de los rasgos de los argentinos es su originalidad. El famoso `lo atamos con alambre` se repite en este ámbito, y eso hace que los de acá puedan encontrar soluciones sencillas donde otros pedirían grandes recursos”, define. Al sur del Sur, las reglas son distintas a las de los países industrializados, y eso deja marcas: “Aquí, un chico de veinticinco no tuvo contacto con el consumo organizado de soft. Entonces ¿qué hizo? copió, crackeó, etc., lo que conlleva dos fenómenos paralelos. El negativo es que no se ha generado un mercado en el país, y el positivo es que cualquier pibe conoce miles de programas. Eso nos da una experiencia y una autonomía superiores a las de otras regiones”. Entre los locales, hay nombres que al combinarse con la palabra “experimentación” despiertan un halo de respeto. Uno es el de Daniel Benmergui, un muchacho que tiene fama de haber dejado pasar suculentas ofertas económicas porque no cuajaban con su libertad creativa. “Ser indie se trata de hacer los juegos que realmente querés hacer, en lugar de hacer lo que comercialmente tiene sentido”, explica en diálogo con PáginaI12. El camino es tortuoso, pero tiene sus satisfacciones. En palabras de Benmergui, “la industria de videojuegos convencional descubrió América, pero nunca fue mucho más allá de la costa donde desembarcó. Las propuestas experimentales son las herramientas que tenemos para averiguar hasta qué punto los juegos van a cambiar el mundo”. Actualmente Daniel está ocupado en dos proyectos. “Uno se trata de resolver un conflicto de pareja usando una cámara de fotos (este juego lo voy a presentar para un concurso en Japón), y otro sobre qué pasaría si pudieses vivir un día muy importante una y otra vez”, detalla. Los avances, así como el material que va quedando listo, se puede consultar en inglés vía ludomancy.com.