CINE
Un recuerdo con demasiada tristeza
José D’Amato fue productor en ATC, realizador de El monitor argentino, El galpón de la memoria, director de Producción de TyC, director de Programación de TyC Sports y, desde 1998, socio de Mediaworld, compañía de producción y distribución del Grupo Mediapro de España, que produce canales para el mercado hispano de EE.UU. y comercializa derechos deportivos en América. Desde Miami, donde reside desde el 2002, D’Amato evoca a un Polo profesional, militante y amigo: “Es verdad que Polo conversaba mucho conmigo y también recurría a mí como componedor cuando tenía conflicto con Nacho Garassino y con Rubén Viñoles, su productor. Era un momento donde se estaba articulando un nuevo lenguaje televisivo y yo era un especie de mediador entre ellos y además no trabajaba en el programa. En lo personal, el suicidio de Polo fue uno de los golpes más duros de mi adultez. Mi imagen de Polo era lo opuesto a la depresión. Era la sensualidad, el placer, la diversión. Compartí con él un tiempo corto de la militancia del PC en el gremio de prensa, pero fue un período bastante intenso, ya que vivimos la época del XVI Congreso en 1986 y era cuando empezaba a abrirse la gente. De hecho, después dejamos de militar. En los ’90, Polo fue honesto con él y con los demás, sin renegar de su historia pudo aceptar que estaba cambiando y para mí fue un momento muy fuerte, quizá nuestra despedida de la adolescencia tardíamente. Durante el velatorio recuerdo que la madre me había dicho que ojalá hubiera sido tan inteligente para su vida como lo era para otras cosas. Me quedó esa frase, porque creo que los que tuvieron una relación de afecto con él lo reclamamos. Por eso el enojo, no se trata sólo de hacer buenos o malos programas de TV. Me impresiona lo importante que fue en la cultura de su época y lo que generaron sus programas. Pero mucho más me impresiona la tristeza de la historia, hubiese preferido tener un amigo vivo y alegre”.
Nota madre
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