Si se le pregunta a cuál de los personajes de las películas de Burman se parece más Luciano Gauna, Hendler elige al de Derecho de familia, “más allá de que aquel era un abogado bastante estructurado y éste un guionista que no tiene todavía bien resuelto su modo de subsistencia, porque no disfruta tanto con su trabajo de animar fiestas para niños y otras tantas diferencias”, explica el actor. Lo que Hendler considera que puede haber en común “es que ambos tienen como un universo de fantasías bastante alejado de su universo social, de lo que ellos se animan a mostrar a los demás”. Si bien reconoce que Medina y Burman son tan diferentes como personas y como realizadores y que, en consecuencia, también tienen maneras muy diferentes de contar, Hendler sostiene que “podría ser un punto en común personajes que son un poco reprimidos. Por otro lado, nosotros como espectadores podemos acceder a toda una pasionalidad que está ahí en estado de presión interna que, en algún momento, estalla como sucede más en Los paranoicos, y que en el caso de Burman simplemente asoma. Después, estoy yo como actor con mi hardware, que es siempre el mismo, y el software va cambiando”, analiza Hendler.