LITERATURA
Diccionario autorreferencial
- Críticas: “Cada vez que leo que alguien habla mal de mí me pongo a llorar, me arrastro por el suelo, me araño, dejo de escribir por tiempo indefinido, el apetito baja, fumo menos, hago deporte, salgo a caminar a orillas del mar, que, entre paréntesis, está a menos de treinta metros de mi casa, y les pregunto a las gaviotas, cuyos antepasados se comieron a los peces que se comieron a Ulises, ¿por qué yo, por qué yo, que ningún mal les he hecho?”.
- Fútbol: “Mi experiencia como jugador de fútbol nunca fue del todo comprendida ni por los espectadores ni por mis compañeros de equipo. A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada, mientras que un autogol es un gesto de independencia”.
- García Márquez: “Un hombre encantado de haber conocido a tantos presidentes y arzobispos”.
- Política: “Siempre quise ser un escritor político, de izquierda, claro está, pero los escritores políticos de la izquierda me parecían infames”.
- Reconocimiento: “No me importa nada. El narrador más importante de este siglo que se acaba (¡por fin!) se llamó Franz Kafka y no le reconocieron ni en su casa, así que figúrate si me va a preocupar a mí una estupidez de ese calibre”.
- Remordimiento: “Son muchos y se acuestan y levantan conmigo y escriben conmigo porque mis remordimientos saben escribir”.
- Triunfo: “No creo en el triunfo. Nadie con dedos de frente puede creer en eso. Creo en el tiempo. Eso es algo tangible, aunque no se sabe si real o no, pero el triunfo, no. En el campo de los triunfadores uno puede encontrar a los seres más miserables de la tierra y hasta allí yo no he llegado ni me veo con estómago para llegar”.
Autorretrato con forma de diccionario que el propio Bolaño fue esbozando en diversas entrevistas, publicado en Para Roberto Bolaño (Adriana Hidalgo).