Talentos de todo el planeta se afanan por dar con un relato que pegue masivamente. Sus motivos son infinitos. A veces los movilizan la estafa o el chusmerío, ya que gracias a las cadenas de mail multiplican su impacto o tienden trampas para hacer bases de datos destinadas al envío de spam. Otras, solamente persiguen la gloria de ser leídos. A continuación un popurrí de inevitables:

- ¡Bill Gates está compartiendo su fortuna! Hace más de una década que se habla de esto sin que los bolsillos del muchacho Windows se den por aludidos. “Yo pensé que era un engaño, pero dos semanas después de recibir este mail y remitirlo, Microsoft se puso en contacto conmigo y recibí un cheque por US$24.800,00”, comenta uno de los que habrían cumplido con la propuesta. Créase o no, el mensaje continúa transitando las compus con frecuencia.

- Cazando corazones. Hay estafadores que a pesar de vivir lejos se animan a desarmar el castellano intentando –cual Cyranos del interés económico– convencer a los internautas de que la que escribe es una hermosa chica rusa buscando amor. El periodista español Ander Izaguirre mantuvo un desopilante intercambio con una de estas señoritas. En uno de los mensajes, la princesa procuraba presentarse formalmente: “Desde los años tempranos andaba a la escuela de la coreografía. Y por eso incluso soy ahora tengo la figura hermosa y la apariencia. Pienso, puedes verlo en mis fotografías”. En anderi za.blogspot.com/2008/09/mari na.html se puede averiguar cómo siguió el culebrón.

- Supervivencia. “Digamos que vas conduciendo a casa solo después de un día de trabajo. Experimentas un severo dolor en el pecho, el cual empieza a irradiar hacia el brazo y hasta la mandíbula. Te encuentras aproximadamente a ocho kilómetros del hospital más cercano. No sabes si serás capaz de llegar.” Con ese punch empieza un mail que, como tantos, promete curaciones milagrosas. Acá el remedio contra el infarto es maravillosamente simple. “Estas víctimas pueden auxiliarse a sí mismas tosiendo repetidamente”, jura el médico invisible. Cualquiera.

- Rafa Nadal banca a Cristina. Una de las zonceras más recientes –que fue levantada por medios grandes– rescataba declaraciones en las que el tenista español parecía poseído por una inesperada devoción K. “La presidenta Cristina Fernández parece una tía bien cojonuda, un excelente cuadro político; sólo a esos argentinos a los que les place batir las ollas y sartenes por las callejas les puede gustar decirle golfa”, habría gritado el ibérico. El vocero del deportista, Benito Pérez Barbadillo, tuvo que salir a aclarar que se trataba de uno de los tantos bulos que se fraguan en el reino virtual.

- Boilerplate, el robot victoriano. Demasiado bello para ser real. De la noche a la mañana se habían hallado pruebas de la existencia de un androide confeccionado a fines del siglo XIX. Era un copado: los retratos lo mostraban peleando en la Revolución Mexicana junto a Pancho Villa y protegiendo a los necesitados. Era un invento de Anina Bennett y Paul Guinan que puede disfrutarse en www.bigred hair.com/boilerplate.