LITERATURA
Textual
“En segundos yo había pasado del orden de lo único e individual al orden de lo promiscuo e indiferenciado, y cuando se fue para no volver apoyé la cabeza sobre los brazos y sollocé desconsolado. Quería gritarme, quería gritarles a los ocupantes ciegos y sordos de las mesas vecinas: ¿Qué estamos buscando acá? ¿Para qué venimos? ¿Escapando de una tristeza intolerable sólo para hacerla peor?... Cada vez que se acercaba la hora de comer caminaba con sudoración nerviosa las calles diciéndome hoy no, hoy voy a ir a un restaurante normal, donde un mozo de blanco con moño negro se acercará a servirme, me enfrentaré con valor a un menú impredecible y afrontaré la zozobra de elegir, esperaré minutos largos como días a que llegue el pedido, un pedido del que cabe esperar cualquier cosa, un pedido cuya coincidencia con idénticos pedidos en distintos restaurantes no irá a veces más allá del nombre, y llegado este punto la angustia podía ser tal que mis ojos saltaban sobre las copas de los árboles en busca del doble arco dorado como los peregrinos buscarían en el horizonte el primer asomo de la aguja de la catedral.”
Nota madre
Subnotas