Aquel Cuarteto San Telmo que Federico emprendió con Grela surgió tras la disolución del de Troilo y Grela (Pichuco no daba abasto con su orquesta y el cuarteto, y optó por mantener su formación mayor), y luego de la muerte de Julio Sosa, a quien Federico acompañaba. Federico relata la forma en que nació aquella formación, evitando todo manto de mística. “Surgió por dos circunstancias: al fallecer Sosa, yo seguí con la orquesta un tiempo, y dirigía la Orquesta Estable de Radio Belgrano, pero tenía que buscar algo más –recuerda–. Con orquesta ya era difícil trabajar, en ese tiempo se empezaban a formar los cuartetos y quintetos, que eran más baratos. Era la época del Club del Clan, tiempos duros para el tango. Con Sosa la pasamos por arriba, porque él era un caso aparte, pero el tango estaba frito. Grela se separa de Troilo y el representante de Sosa me dice: ‘¿Por qué no hacen algo juntos?’. Nos juntamos en Columbia, donde yo estaba grabando, y nos pidieron un par de temas, como para ver si picaba o no picaba. Enseguida nos llamaron para pedir que termináramos el long-play.”

–Grela decía que con ese cuarteto tuvo más trabajo que con el de Troilo. ¿Fue tan así?

–¡Sí! De todo lo que hice en mi vida, esos cuatro años con Grela fueron inolvidables. No sólo por tocar juntos, también por la cantidad de trabajo que nos salía, teníamos que decir que no más de una vez. Y ahora lo estoy reviviendo con Rivas, qué más puedo pedir...