CINE
La marcha en festivales
Tampoco en el terreno de los grandes festivales internacionales estuvo el cine argentino 2005 a la altura de años anteriores. Tras el pico del 2004, cuando El abrazo partido ganó varios Osos en Berlín –y La niña santa, Familia rodante, El perro, Roma y El cielito se presentaron (y ganaron premios) en Cannes, Venecia y San Sebastián–, la presencia argentina fue menor este año, tanto en términos de cantidad como de repercusión. Con Berlín, Cannes y Venecia casi raleados de películas locales, el Gran Premio del Jurado que Iluminados por el fuego obtuvo en San Sebastián aparece como el más importante recogido por cualquier film argentino a lo largo de la temporada. Si se suman su candidatura al Goya (con altas posibilidades de triunfo) y el Coral ganado recientemente en La Habana, la película de Tristán Bauer asoma claramente como la gran triunfadora del año en el exterior.
A falta de festivales mayores, resultan muy llamativos los premios obtenidos en otros eventos internacionales por una película injustamente ignorada aquí, como Buenos Aires 100 km (ópera prima de Pablo José Meza) y por otra cuyo estreno se aguarda aquí para el 2006, Las mantenidas sin sueños, debut en la dirección de Vera Fogwill y Martín De Salvo. Por otra parte, nadie sabía siquiera de la existencia del joven platense Adrián García Bogliano, que a los 21 años estrenó ¡en Nueva York!, su pequeño film de terror Habitaciones para turistas, filmado en video por cuatro pesos. Bogliano recibió críticas exultantes –de The New York Times, nada menos–, ofertas de trabajo y propuestas para una remake anglohablante. Lo cual demuestra que el semillero sigue fértil, aun en sus semillas más salvajemente cultivadas.
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