Guido De Benedetti había sido nombrado director artístico del Ballet Estable del Teatro Colón en diciembre de 2007, cuando los funcionarios de la nueva gestión del gobierno de la ciudad presentaron a Horacio Sanguinetti como nuevo director general del coliseo porteño y a su equipo. Sin embargo, De Benedetti, que por segunda vez ocupaba ese cargo, fue inesperadamente reemplazado en julio de 2008 por Olga Ferri y todas las obras que él había programado para el resto del año fueron canceladas. Así explica el coreógrafo lo sucedido a Página/12: “Yo lo único que sé es que cumplí con el plan. El ballet por primera vez en más de seis años vendió el ochenta por ciento de las localidades y en diez funciones se recaudó casi el ochenta y cinco por ciento de lo que se había recaudado en todo el año interior. De los cien integrantes de la compañía que dicen que no trabajan, estaban trabajando en ese momento noventa y siete, y el que no bailaba hacía otra cosa que estaba vinculada específicamente con la danza y con el Ballet Estable, no era necesario mandarlos a un hospital”, dice, haciendo referencia a los artistas que este año fueron reasignados como secretarias o asistentes en centros de salud. “¿Por qué se cortó? –sigue–. Para mí fue una sorpresa, no hice más que lo que habíamos acordado hacer y lo que habían aceptado. La compañía y yo estábamos muy contentos con lo que se hizo, que fue un programa y una gira. Teníamos tres programas más ensayados y cuando yo me fui faltaban cinco días para estrenar uno y un mes para estrenar el siguiente. El segundo nunca se estrenó. Había ocho programas planificados para el año, pero se hicieron dos más, con pocas funciones cada uno, y nada de lo programado estuvo. No entiendo qué pasó. Olga Ferri, que es una gran maestra, tomó mi lugar y ahora está Lidia Segni. Ni Ferri ni Segni ni yo somos unos improvisados, somos tres personas con amplias trayectorias; entonces si no se hace más es porque hay algo más arriba que no funciona.”