Basta echar un vistazo a blogs como el del Taller Experimental de Música para Chicos que tiene Cincunegui (http://maricincutaller.blogspot.com) para descubrir algunas de las joyitas que andan dando vueltas alrededor del planeta, ahora accesibles gracias al mágico y globalizado mundo de You Tube. El norteamericano Dan Zanes, por ejemplo, que comenzó con una banda de garage llamada The de fuegos –¡casi como Sandro!–, y terminó ganando un Grammy en la categoría música infantil con su disco Catch that train! (¡Atrapa ese tren!). Su cambio de rumbo musical se dio, dice su biografía, cuando, tras tener una hija y compartir música con otros padres, “se dio cuenta de que le gustaba más hacer música que las familias pudieran compartir, en lugar de aquella que es sólo para los padres, o sólo para los hijos”. Desde este lugar Zanes puede hacer sonar etéreos temas country, o divertidos reggaes, con invitados como Lou Reed, Suzanne Vega o Sheryl Crow, y logró un pequeño éxito que sonó en Playhouse Disney.

Otra delicia: el australiano Eric Herman con su Banda Invisible, que en un inglés muy claro es interpelado por un nene acerca del reino animal en su “Canción del elefante”. Y que invita a concursar enviando videos que muestren a papás, nenes, abuelos, perros o aspiradoras, bailando la canción “Ants in your pants” (“Hormigas en tus calzones”). Y así los papis pueden seguir surfeando la web y linkeando en YouTube, hasta llegar a ver a Norah Jones cantando con Elmo de Plaza Sésamo “Don`t know why ‘Y’ didn’t came” (“No sé por qué no vino la letra Y”, en un juego de palabras del inglés), hasta que la letra Y llega. O a REM saltando con los Muppets, en una versión pogo de “Shiny happy people” (“Feliz gente brillante”), que ahora se llama “Furry happy monsters” (Felices monstruos peludos”). La oferta es maravillosa. ¡Ah! También se puede compartir con los chicos.