“En vivo, partimos 2009 en dos registros: un repertorio apto para teatros y gente sentada, y un segundo repertorio más habitual y eléctrico, que es éste con el que cerramos el año para abrir otro”, explica Calamaro, a propósito de los dos shows porteños de hoy y mañana. Primero, se despedirá del club Ciudad, que está a punto de dejar de funcionar como lugar para el rock (el show de Cerati el próximo sábado será el último que se haga allí): “El Ciudad y la gente que lo llenó aportaron su buen feeling y allí hicimos cosas lindas. Dos Rodríguez fueron recitales para seguir recordando y el Pepsi 2008 fue algo muy grande, pero creo que puedo estar más ‘fino’ cantando en otro tipo de sitios”. El músico asegura que disfruta más de los conciertos “en el Luna Park o en la calle Corrientes”. Aunque este año ya tocó en el otrora Templo del Box, el show del domingo será bien distinto. “Vamos a hacer el Luna sin asientos, sin rejas que separen la ‘popu’ de la platea –que va a ser ‘campo’–, sin el ‘efecto Billy Bond’. Así tenemos más capacidad, precios similares a los del Ciudad y no mareamos a la gente. Que es tan buena.”