Durante el Mundial, Planeta Bonadeo saldrá al aire desde Sudáfrica, ya que el periodista viajará al continente africano a cubrir el evento deportivo para Telefe y para TyC Sports, emisora para la cual hará desde allí Despertate. “Para Telefe –dice– voy a conducir todas las previas y generar material extrafutbolístico en la Sudáfrica que el Mundial no muestra. No es lo mismo mostrar la celda en donde estuvo encerrado Nelson Mandela a meterme yo adentro para demostrar lo pequeña que es. De todas maneras, la cobertura dependerá de cómo le va a la Selección: si pica fuerte va a haber una saturación mundialista, y si queda eliminada en primera ronda, tal vez todos nos volvemos temprano.” Para Bonadeo viajar a Sudáfrica no será una experiencia profesional más, como las tantas que le tocó transitar. “Sudáfrica –cuenta– me remite a mi vida familiar, ya que mi viejo (Diego) viajó en el ’71 con Los Pumas por Sudáfrica, donde debutaron en el Mundial en la misma cancha donde nacieron ganando su primer gran partido histórico, en el ’65. Crecí escuchando anécdotas de Sudáfrica. Sudáfrica se convirtió en un gran misterio para mí, al punto de que sin haber ido nunca, siento haberlo conocido.” Envuelto en ese imaginario de fantasías y anécdotas escuchadas una y otra vez desde su infancia, Bonadeo cree que este Mundial logrará trascender lo deportivo para convertirse en un acontecimiento mucho más enriquecedor para los televidentes argentinos. ¿Cree que un evento deportivo es una ocasión ideal para transmitir culturas autóctonas o el fútbol lo fagocita todo? “Los eventos deportivos son muy útiles para transmitirles conocimiento sobre culturas e historia a la gente –arriesga–. Tenemos que contar que por un vez el vínculo entre el deporte y la política fue clave en Sudáfrica para acabar con el apartheid. Cuando Mandela autorizó a la Selección a ir al Mundial de Rugby de 1995 con la camiseta verde de los Springboks, pero incluyendo un himno mixto y colocando la bandera nacional nueva, dio un paso gigante para la unificación. Mandela logró pacificar una sociedad que ni Estela de Carlotto podría. A mí no me gusta que por cuestiones políticas inherentes a la FIFA se lleve el Mundial a Sudáfrica, pero por otro lado esa decisión nos permiten acercarnos a una cultura y una historia maravillosa. Los grandes eventos deportivos predisponen a la gente a interesarse por la historia, las tradiciones y las culturas.”