“Siempre trato de hacer las cosas no de acuerdo con lo que yo quiero sino de acuerdo con lo que fue la vida de Borges”, dice María Kodama, presidenta de la Fundación Internacional que lleva el nombre del escritor. “Uno tiene que pensar en positivo siempre para seguir creciendo. Estoy conforme, contenta, porque hemos hecho un trabajo bueno. Hemos logrado hacer la biblioteca, catalogarla, hacer el museo; hemos armado el concurso de haiku para los chicos del secundario –repasa la tarea de la fundación creada en 1988 para difundir la obra del autor de El Aleph–. Una de las cosas que más alegría me dieron fue cuando el año pasado los chicos, lo que más elogiaban, era la continuidad de ese concurso.” Y acaba de inaugurar la Cátedra Libre Borges en la Universidad Nacional de Cuyo.