Las “industrias culturales” pueden definirse como un conjunto de actividades industriales productoras y distribuidoras de contenidos simbólicos que se intercambian como mercancía. De acuerdo con las cifras difundidas, se trata de un sector floreciente. A partir de 2003, las industrias culturales marcharon con un ritmo mucho más acelerado que el crecimiento general de la economía: mientras que ésta creció 8 por ciento anual, la “cultura” lo hizo con promedios que van del 18 al 19 por ciento.

- En 2009, la producción de bienes y servicios culturales alcanzó el 3,5 por ciento del PBI nacional. Ya en 2007, el valor agregado cultural se equiparaba al de las actividades de suministro de electricidad, superaba al producto de la minería dos veces y 23 veces al de la pesca.

- Se mantienen, sin embargo, importantes niveles de concentración geográfica y económica, y hay productores que encuentran obstáculos para seguir creciendo. El productor Claudio Martínez explicó durante el encuentro que la actividad audiovisual independiente de Argentina “se ve obligada a pagar sus insumos importados –cámaras, micrófonos, etcétera– como si fueran bienes santuarios”, debido a que “no se la considera una industria”.