Repasar papeles amarillentos es invocar locuras y obsesiones que calaron hondo. Casi nadie redacta una o dos carillas porque sí. En efecto, Shaun Usher ha publicado perlitas como las de Saul, un adolescente de 14 años que en 1979 le escribía a su ex novia Michelle Young sin sospechar que después serían las chicas las que lo perseguirían a él cuando se transformara en Slash, el violero de Guns n’Roses. Las páginas están en posesión del Hard Rock Café (memora bilia.hardrock.com) y tienen desagradables manchas marrones por todas partes:

Querida Michelle,

Tu carta me asustó, al principio no sabía de qué estabas hablando, pero cuando me lo dijiste me pegó raro, no tenía idea de que yo hablara tan seguido sobre mi guitarra, voy a tener que cambiar eso (sic). Es una lástima que eso haya arruinado nuestra relación, me lo tendrías que haber comentado antes, pero no creo que sea la única razón, para mí que no te gusto tanto, y puedo ver por qué, porque soy difícil de llevar (sic). PD: Este papel estaba perfectamente limpio hasta que puse estas fucking líneas”.

A la vez, Letters... saca a la luz modelos de una locura menos simpática, como el intento de un fan enfermizo por vender un autógrafo que le dio Lennon en circunstancias “especiales”. La nota es de abril de 1986, está dirigida a un experto en reliquias musicales y en el remitente lleva un nombre tristemente reconocible, Mark David Chapman. “El 8 de diciembre de 1980 le disparé y maté a Lennon. Más temprano le había pedido que me firmara su álbum Double Fantasy. Lo hizo y agregó la fecha (...) Hace años que quiero vender ese objeto y donar el dinero a alguna organización de ayuda social para los niños. Es lo mínimo que puedo hacer”, declara el criminal. Más abajo hace un par de reflexiones más y, ya en confianza, se tira el lance y consulta: “Por casualidad, ¿no vende material de Stephen King?”.